Analizando los recientes acontecimientos en el Medio Oriente (provocados por Israel, EUA y la OTAN), paralelamente a la dificultad de Estados Unidos y sus aliados para salir de la crisis económica, me he planteado tantas preguntas que he formado un laberinto de ideas que trataré de ordenar.

Con las invasiones (enmascaradas bajo el lema de paladines defensores de los pueblos “oprimidos”), con las que Estados Unidos y sus aliados venían derrocando gobernantes “amigos” que habían subido al poder con la ayuda de esa misma alianza, y que tantos frutos petrolíferos brindó a la misma; sumándole la “campaña masiva anti-islámica liderada en primera instancia por Israel, secundada por Estados Unidos y respaldada por Europa; observando cómo montaban los nuevos gobiernos islámicos, me decía a mi mismo: ¡Qué torpeza la política exterior de Los Estados Unidos!. Atacan y denigran a los islámicos generando anticuerpos llenos de odio hacia Occidente (Israel, Estados Unidos y Europa). Lo señalo de esta manera, pues América Latina puede estar tranquila, los islámicos saben realmente quiénes son sus enemigos y los latinoamericanos no estamos en esa lista.

Hoy, con un panorama más claro, con más elementos para analizar y que fueron entrando en la arena paulatinamente, lo que creí “torpeza” es realmente un “cálculo económico” para salir de la crisis económica en que están sumergidos.

En toda la historia, cuando el mundo entra en crisis económica, la tabla de salvación es “siempre las guerras”, pues todos los países involucrados son productores de armas y… “a mayor violencia, mayores ingresos”.

Iraq estaba en calma

Sadam Husein logro mantener la paz en un conflicto interno histórico: la constante lucha entre Sunitas y Shiitas. Asesinan descaradamente a Sadam (guerra que produjo muchos beneficios desde 1991), y reviven el conflicto entre Sunitas y Shiitas, quedando Iraq como un excelente consumidor de armas ante lo que ya se puede calificar de “guerra civil”. Cuando hablo de beneficios, me refiero a lo económico, pues los miles de muertos no cuentan en las finanzas más que en el campo de deshacerse de unos miles de desempleados y crear vacantes para los de la lista de espera.

Libia estaba en calma

El “loco” de Gadafi, prácticamente desde los setenta, mantenía la paz entre las más de ciento treinta tribus (etnias distintas). Había generado miles de empleos no solo para sus ciudadanos, sino para los desem -

En Libia
En Yemen
En Egipto