La propiedad, de reciente construcción, está situada en la zona residencial Las Colinas, en Managua, donde se encuentran otras representaciones diplomáticas como las de España, Federación Rusa y El Salvador, tiene una extensión de 2.000 metros cuadrados (342 metros cuadrados de construcción) y un valor de 320.000 dólares. En caso de alquiler, de dicho inmueble representa en la actualidad 2.500 dólares mensuales.
 
Las actuales instalaciones presenta deterioros y dificultades de espacio, y ante la decisión de enviar un Embajador a Managua, la Cancillería había anunciado la necesidad de reforzar la presencia del país y el fortalecimiento de la Embajada de manera de asegurar la defensa de los intereses nacionales.
 
El Estado costarricense cuenta actualmente con inmuebles propios que albergan las Embajadas en Washington (Estados Unidos y ante la Organización de los Estados Americanos),  México y en Holanda.
El país cuenta con 42 Embajadas y 10 consulados, por cuyos alquileres debe desembolsar anualmente aproximadamente 1.4 millón de dólares. (114.739 por mes).
 
En este sentido, la adquisición de propiedades para albergar las sedes diplomáticas forma parte de la exploración que realiza la Cancillería para evaluar costos, ventajas y razonabilidad económica entre el pago de alquileres o invertir en la compra de un inmueble. De momento, además de Nicaragua, se estudia la coyuntura económica en Europa para determinar si resulta oportuno para adquirir una propiedad en un país de ese continente.
 
En pasadas Administraciones, la Cancillería exploró opciones y mecanismos financieros, tanto con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), como con el Banco de Costa Rica (BCR), para adquirir propiedades donde alojar sus oficinas de Embajadas, e invertir mejor los recursos destinados a alquileres, pero los proyectos no prosperaron.