San José.-   La Humane Society International insta a los consumidores costarricenses a tomar medidas que mejoran el trato a las gallinas ponedoras en el marco de la producción convencional de huevos.

Costa Rica cuenta con aproximadamente tres millones de gallinas ponedoras, muchas de ellas confinadas en jaulas en batería. En esas pequeñas jaulas de malla metálica, cada gallina es alojada por prácticamente toda su vida en un espacio menor al de una hoja de papel tamaño carta. Las gallinas no cuentan con espacio suficiente para estirar completamente sus alas y no pueden llevar a cabo comportamientos naturales como el anidar, perchar y forrajear, todos los cuales que son de vital importancia para la gallina. Tal confinamiento intensivo contribuye también a las enfermedades físicas en las gallinas, como ser la osteoporosis, la pérdida de plumas y problemas reproductivos y hepáticos.

"Todos los animales merecen un trato consiente de su bienestar, inclusive los animales destinados para el consumo", dijo Cynthia Dent, directora regional de HSI-Latinoamérica. "Al seleccionar qué alimentos consumir, los costarricenses pueden ayudar a mejorar el trato que se le da a las gallinas ponedoras".

Los huevos que cumplen con más altos estándares de bienestar animal, como los etiquetados como de pastoreo, se encuentran disponibles en muchos supermercados y ferias de agricultores orgánicos, así como en un número creciente de restaurantes socialmente responsables en el área de San José y los destinos turísticos como Puerto Viejo, Montezuma y Santa Teresa.

Mayor información:

• En condiciones naturales, una gallina experimenta un fuerte instinto de anidación y localiza un lugar remoto y privado en donde cuidadosamente