que es toda una corriente filosófica creada por Charles Sanders Peirce, John Dewey y William James, y cuya concepción se basa en que “sólo es verdadero aquello que funciona”, enfocándose así en el mundo real objetivo y rechaza la existencia de verdades absolutas asumiendo que las ideas son provisionales y están sujetas al cambio según gran cantidad de circunstancias e investigaciones.

Algunos tratan de desacreditar el término “pragmatismo” cuando se aplica a la política porque al “no creer en verdades absolutas” tampoco puede adoptar ideologías –generalmente de extrema-, ya que cualquier enunciado o posición ideológica estaría sujeta a cambios, y los extremistas por lo general son muy tajantes y rígidos en sus posiciones.
 
Lo más interesante cuando se estudian las ideologías, tanto de izquierda como de derecha, es encontrar como existe un gran divorcio entre los enunciados teóricos y la realidad, es decir que con muy raras excepciones, no logran cumplir con las expectativas y no se consiguen los objetivos o “el fin” perseguido, que como ya dijimos, debería ser el BIEN COMUN, o el mayor bienestar posible de todos.
 
Hoy día, las mismas corrientes –derecha e izquierda-, se encuentran sub-divididas y presentan diversos matices que las diferencian, lo que me recuerda el mismo fenómeno pero en el ámbito religioso. Los cristianos –creyentes en Cristo-, divididos en distintas religiones por una cuestión de “interpretación” de un mismo texto como la Biblia, e igual pasa con las ideologías políticas, por eso creo que a eso que algunos le han llamado “comunismo a la tica” y que se le atribuye a don Manuel Mora Valverde, debería llamársele más bien “comunismo pragmático”, porque adoptaba una corriente de pensamiento pero sin cegarse a nuestra realidad, a las circunstancias y al cambio.
 
Alguien, a quien respeto muchísimo escribió : “El pragmatismo es la ideología de aquellos que no tienen ideología”, pero más bien veo el pragmatismo como una cualidad muy positiva dentro de una ideología sin que pueda ser descalificada como tal, porque me parece que esa cualidad, permite el diálogo, la negociación sin que eso signifique olvidar “el fin”.
 
Personalmente creo que las ideologías políticas son un ardid que persigue mantener distanciado al pueblo mientras un pequeño grupo en el poder, hace y deshace políticas, leyes y negocios en su favor, por eso creo que hablar de pragmatismo es una forma de tender puentes y derribar muros, es tener la capacidad de aceptar otras posiciones y debatirlas objetivamente dando como principio el hecho de que nadie es dueño de la verdad absoluta y que se puede ceder parcialmente si en la práctica se nos demuestra que estábamos en un error.
 
Respeto las ideologías y a sus defensores, pero creo que lo que deben incorporarle a todas es precisamente, un poco de pragmatismo.