También indicó que los trabajadores del aeropuerto están trabajando intensamente con el propósito de comenzar mañana a operar los vuelos nacionales que desde el jueves quedaron suspendidos.

El presidente cubano, Raúl Castro, se encuentra desde el domingo en Santiago de Cuba realizando un recorrido por centros económicos y sociales que resultaron dañados en esa provincia, una de las más perjudicadas por el huracán en la región oriental del país.

Castro insistió en que hay que continuar trabajando sin tregua para restablecer cuanto antes los servicios vitales a la población y manifestó a los pobladores que "no queda más remedio que resistir. Santiago es Santiago" y "ha resistido vendavales de todo tipo".

Entre las secuelas tras el azote del huracán en Santiago de Cuba se registran hasta hoy más de 7 millones de metros cúbicos de escombros y de árboles dispersos por toda la ciudad.

Uno de los efectos más severos los sufrieron las viviendas en esa provincia, donde más de 130.000 resultaron dañadas y de ellas, 15.300 con derrumbe total, según datos preliminares informados por medios locales.

Las autoridades han dispuesto la distribución de materiales de construcción como tejas para techos, bloques y cemento para reparar los destrozos a las casas.

En ese contexto, la Contraloría General de la isla informó este lunes que concentrará sus inspecciones en la entrega de esos recursos en las provincias orientales de Guantánamo y Santiago de Cuba, como parte de la auditoría que inició este lunes a 250 empresas en el país.

Las auditorías de esas provincias, estarán dirigidas a "evitar pérdidas y desvíos" de los materiales, según indicó un comunicado de la contralora general, Gladys Bejerano, citado por la estatal Agencia de Información Nacional (AIN).

Aunque aún no se ha divulgado una cuantificación total de los estragos ocasionados por el huracán, reportes preliminares de fuentes oficiales apuntaron que solo en Santiago de Cuba las pérdidas se estiman en más 2.121 millones de pesos (más de 88 millones de dólares).

El huracán "Sandy" tocó tierra en Cuba en la madrugada del jueves pasado y salió cinco horas después, convirtiéndose en uno de los más devastadores que azotó al país en los últimos años tras dejar once muertos y cuantiosos daños materiales.