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Seguimos con el teatro - El Archivo CCXXXIII – TicoVisión |
Publicado en 19/11/12 a 06:01:09 GMT-06:00 Por Administrador |
Toda ciudad importante en el mundo, se enorgullece de sus Teatros. Recuerdo mi visita a Leipzig, en ese entonces, Alemania del Este, representando al Comité de Ferias de Centroamérica... 19 de noviembre de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento Por Alejandro José Gallard Prio – 18 de noviembre del 2012 El relato del Arquitecto Terán es una relevante historia de como un grupo de patriotas, lucharon contra nimiedades y mentalidades pueblerinas, para darle a Nicaragua un Teatro Nacional, que como se ha demostrado, es más que un edificio, es un símbolo y patrimonio emblemático de la vieja Managua que sobrevivió al terremoto de 1972. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Stanford a cargo del Dr. Haresh Shah, el Teatro tuvo menos de un 2% de daños durante el terremoto de 1972, demostrando la excelencia de los criterios estructurales que lo protegieron y de cómo se pueden llevar a cabo propósitos, con honradez, sacrificios personales y la virtud de la humildad. Nadie era indispensable, todos fueron necesarios y, unidos, lograron triunfar. ¡Bravo ejemplo a seguir! Toda ciudad importante en el mundo, se enorgullece de sus Teatros. Recuerdo mi visita a Leipzig, en ese entonces, Alemania del Este, representando al Comité de Ferias de Centroamérica con motivo de su famosa Feria Internacional, la mas antigua y exitosa de Europa. La primera invitación que recibimos fue al Teatro, donde escuchamos la Orquesta Sinfónica, en cuya historia se encuentran la participación de genios como Bach, Mendelssohn y Wagner, hijos de Leipzig. Aunque en la época de nuestra visita, los alemanes cruzaban por serias limitaciones económicas, el Arte era una de sus prioridades. En Nicaragua no habían industriales adinerados amantes de la cultura, ni el Gobierno disponía de fondos para construir Teatros y menos de la talla de un Carnegie Hall en New York, pero si un par de Arquitectos, Eduardo Chamorro y José Francisco Terán, que apoyados por el grupo del Instituto Pro-Arte, viajaron a Boston, New Haven y New York en Abril de 1964, casualmente cuando estaba por inaugurarse la Gran Feria Mundial y por terminarse el nuevo complejo Teatral en el Lincoln Center y decidieron llamar a Philip Johnson, el Arquitecto del Pabellón de Nueva York en la Feria y del nuevo Teatro en el Lincoln Center, donde está la concentración de arte escénicas más grande de los Estados Unidos. Por considerarlo histórico, me place citar la conversación telefónica de los Arquitectos Terán y Chamorro con el Maestro Johnson al solicitarle audiencia: “Somos dos arquitectos de Nicaragua graduados en Michigan y Notre Dame de unos treinta años y nos han encargado el diseño de un Teatro Nacional para Nicaragua, etc.”. El Maestro les invitó a reunirse de inmediato y como dice Terán en sus notas, “debemos haberles parecido afligidos y nerviosos”, ya que al verle y explicarle nuestro proyecto, le dijimos “Necesitamos los consultores”, a lo que reaccionó, diciéndonos: “Bueno muchachos, creo que sus proyecto tiene muchas similitudes con el Teatro que está por inaugurarse aquí en Nueva York, porque ambos son Teatros Estatales, tienen que representar la dignidad de un Estado o Nación. Además debe ser excelente en su acústica y escenografía y flexible para que sirva para todo: drama, música, ballet, etc. Vámonos al Edificio. Allí deben estar todos, Jordan, Schlanger, Swinney” y, de inmediato, nos llevó a la Gran Sala del Teatro. Ese mismo día, conversaron con el Dr. Vilhelm Lassen Jordan, danés, consultor acústico de fama mundial, quien en 1941 recibió su doctorado con la tesis en "Electro-acoustics” y que en su carrera a lo largo de 45 años, nos legó su libro “Acoustical Design of Concert Halls and Theatres” publicado en 1980 y colocó a nuestro Teatro, a la par de los mejores del mundo, tales como Danish Broadcasting Centre; Tivoli Concert Hall, Copenhagen; Lincoln Center, New York; Sydney Opera House; Winter-Garden Theatre, London; Congress Hall. Abidjan; Oslo Concert Hall; el Concert Hall, Dublin y el Teatro Nacional de Guatemala, como resultado de su asesoría en Managua. Durante la visita conocieron también al Doctor Ben Schlanger de New York, quien durante la construcción del Teatro fue su Consultor General, así como al Doctor Donald Swinney de Hofstra University en Long Island quien realizó los estudios técnicos de operación. Mas adelante se obtuvo la cooperación del Ingeniero Herbert Grohmann, Director Técnico de los teatros de Stuttgart, Alemania, con quien se consultó lo relativo al diseño del escenario. Lo extraordinario de todos estos prominentes consultores es que siguiendo el entusiasmo de los arquitectos nicaragüenses, al preguntar por el costo de sus servicios, el Dr. Jordan dio la pauta diciendo “debido al esfuerzo que Nicaragua estaba haciendo por tener un Teatro Nacional, el cobraría algo muy nominal”, que en su caso resultó menos de ocho mil dólares, incluyendo tres viajes desde Dinamarca. LA UBICACIÓN DEL TEATRO. Siguiendo las normas de los integrantes del grupo pro-arte, se nombró un Comité de Ubicación integrado por los Arquitectos, Julio Cardenal, Edgar Peñalba, José Brockman, Alfredo Osorio, Eduardo Chamorro, José Francisco Terán, el Ingeniero Jorge Sevilla, Jefe de Urbanismo y don Alberto Rondón. El proceso fue expuesto en una página de la edición dominical del diario LA PRENSA de Managua, quienes tenían meses de atacar y tildar el proyecto de “Elefante Blanco”. La decisión del Comité fue de que “ya era tiempo que una ciudad lacustre comenzase el proceso de reconocer su geografía, las colinas del sur para vivir, el centro plano para las actividades comerciales y la costa del Lago para fines recreacionales y culturales”. El edificio del Teatro era el primer elemento de un conjunto de imágenes que sin duda, constituirán el centro ejecutivo y cultural de la Capital, lo que sigue proponiendo el Arquitecto Alfredo Osorio Peters, socio fundador de Arquitectos, Ingenieros S.A. (AISA), quien diseño el primer Hotel moderno de Nicaragua en el año 1969, ahora conocido con el CROWNE PLAZA, quienes dando continuidad a su tradición de apoyar la cultura, patrocinan las actividades del TEATRO NACIONAL, hospedando a sus artistas visitantes sin costo alguno. Reactivemos la “Asociación Pro-Arte Rubén Darío”. Continuemos su obra y dotemos a Nicaragua de Teatros en sus ciudades principales, ya que la cultura -que mantiene educado a los pueblos desarrollados del mundo-, es sinónimo de bienestar y alegría. Hasta el próximo ARCHIVO CCXXXIV, 25 de noviembre del 2012. |
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