San José, 29 de noviembre de 2012.-   Como descendiente de Palestina, amante de la paz y respetuoso de los Derechos Humanos, deseo agradecer públicamente, y desde lo más profundo de mi corazón,  a mi Gobierno, el Gobierno de Costa Rica, por no dejarse amedrentar ante las amenazas de Israel y Los Estados Unidos, y tomar la valiente decisión de reconocer al “Estado de Palestina” como “estado observador” ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Deseo agradecer de igual manera y con toda el alma, a mi Pueblo, que a diario se expresa en las redes sociales y medios de comunicación con profunda preocupación y sensibilidad, típicas del costarricense, sobre el sufrimiento, avasallamiento, muerte y destrucción del “Sagrado Pueblo” de mis ancestros, Palestina, cuna de aquél “Gran Judío”, Jesús, El Cristo, mi Hermano.

Deseo agradecer muy especialmente, a su Excelencia, el Canciller Enrique Castillo, portador del sentir de este maravilloso Pueblo, por mantenerse “firme” ante las “presiones y amenazas” que deben haber pesado sobre sus hombros durante toda su estadía en las Naciones Unidas, y con el único propósito de intimidarle para forzarle a cambiar su posición, la posición de esta “Gran Nación”, Costa Rica.