13 de enero de 2013.-   Es agobiante, fomenta la inseguridad de pensamiento, obliga al adversario a dar palos de ciego y equivocarse, acentúa una incertidumbre generalizada que desmoraliza por el hecho de no saber a ciencia cierta qué actitud corresponde tomar ante las circunstancias que nos rodean. Y sobre todo, el que la ejerce gana tiempo al tiempo y le permite escoger el momento oportuno para actuar.

La desinformación que mantiene el régimen venezolano, está dirigida por profesionales experimentados que saben manipular con destreza el tema para mantener entre dos aguas algo que no se sabe si es verdad o mentira y ante la duda que genera o la eterna expectativa logran su objetivo, que no es otro que ir moldeando las mentes del colectivo y hacerlos pasar por el aro de sus mezquinos intereses.

Los cambios no se hacen de forma abrupta y radical (que pudiesen encender