En consecuencia, “los países sudamericanos deberán decidir qué ámbito pertenece a Celac y empezar a construir las nuevas reglas de juego para su región”, enfatizó el titular del Consejo de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación Superior de Ecuador.

En este escenario, añadió Long, “la izquierda latinoamericana tiene un gran reto: diseñar un marco institucional para la Celac, que sea progresista, consensuado y duradero”.

“La Celac ciertamente tiene a su favor la creciente irrelevancia de una OEA (Organización de Estados Americanos) que lleva décadas sin jugar un papel decisivo en la resolución de conflictos domésticos e internacionales”, observó.

Long advirtió, en ese sentido, que “sin duda, la irresuelta exclusión de Cuba de la OEA ha jugado un papel significativo en el momento fundacional de la Celac”.

“El traspaso de la Presidencia Pro Témpore de Celac de Chile a Cuba, más que ser altamente simbólico, le permite ejercer protagonismo al gran excluido del sistema interamericano”, subrayó.