«Este ataque prueba que Israel es el motor, el beneficiario y, a veces, el actor de actos terroristas contra Siria y su pueblo resistente, en coordinación con los países que apoyan el terrorismo, dirigidos por Turquía y Qatar», añadió la nota del Ejército. El comunicado explica además que «los aviones de combate israelíes entraron volando por debajo de la altura detectada por los radares»

Habitantes cerca de Damasco habían asegurado previamente a France Press que seis misiles habían alcanzado el martes a las 23.30, hora local, un centro de investigación sobre armas no convencionales, en Al-Hameh, unos quince kilómetros al noroeste de Damasco.

Un portavoz del Ejército israelí rechazó hacer ningún comentario, mientras fuentes de seguridad afirmaron que el bombardeo tenía como objetivo un convoy de armas hacia Líbano. El Ejército sirio desmintió esta versión, afirmando que ningún convoy fue alcanzado y que Israel es culpable de «una agresión caracterizada contra la soberanía siria» que «no debilitará la resistencia».

Sobrevolaron Líbano

Por su parte, el Ejército libanés informó de vuelos particularmente intensivos sobre su territorio, afirmando que 16 aviones de combate israelíes entraron en su espacio aéreo durante la jornada del martes.

El Ejército israelí desplazó el domingo dos baterías del sistema antimisiles Iron Dome al norte ante la posibilidad de una eventual acción militar contra objetivos en Siria o Líbano.

La Casa Blanca y el Departamento de Estado de Estados Unidos rehusaron hacer ningún comentario sobre la acción israelí. «Sin comentarios», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, antes de aclarar que es el Gobierno de Israel quien tiene que aclarar lo ocurrido.

El general Aviv Kochavi, responsable de la inteligencia militar israelí, se encuentra actualmente en Washington, donde se ha reunido con el general Martin Dempsey, según confirmaron fuentes de Defensa.
 
El líder de la coalición opositora, dispuesto a negociar

El líder de la coalición de la oposición siria, Ahmed Moaz al-Khatib a anunció ayer que «en señal de buena voluntad» está «dispuesto a conversaciones directas con representantes del régimen sirio en El Cairo, Túnez o Estambul», lo que suscitó el malestar en parte de la oposición. Los estados «se sientan sin hacer nada y dicen `ataquen, no negocien', criticó, y afirmó tomar esta decisión porque «no es cuestión de ganar tiempo mientras los sirios viven una crisis sin precedentes». Sin embargo, Khatib puso como condición la liberación de 160.000 personas detenidas durante la revuelta contra el régimen y que las embajadas sirias ofrezcan pasaportes nuevos a aquellos refugiados y exiliados que hayan huido del país y cuyos documentos hayan caducado. Aunque se expresaba solo a título personal, sus declaraciones suscitaron reacciones de rechazo, sobre todo por parte del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal componente de la coalición, que subrayó que «no reflejan en ningún caso la posición de la Coalición y va a contra los principios fundadores, que rechazan discutir con el régimen asesino». El presidente sirio, Bashar al Assad, propuso a principios de enero un plan para salir de la crisis que incluía un diálogo nacional en Damasco, que fue rechazado categóricamente por la oposición. Esta siempre ha planteado como condición indispensable la salida de al Assad del poder. El pasado martes la oposición tolerada dijo estar dispuesta a iniciar un diálogo bajo la aplicación del acuerdo alcanzado en Ginebra sobre la transición en Siria.