Clinton ha elevado el tono contra Móscú la víspera del encuentro sobre el conflicto ruso, que mantienen hoy en Munich el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el mediador internacional, Lakhdar Brahimi, y el líder de la oposición siria, Ahmed Moaz al-Khatib.

Encuentro en Munich

Según la oposición siria, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, iba a participar en el encuentro, pero no lo hará, al menos bajo el formato de una reunión conjunta de Khatib con las tres partes: Lavrov-Biden-Brahimi. Un alto cargo del Ministerio aclaró que Lavrov no tiene previsto mantener conversaciones con el líder de la oposición siria. «Tal como está hoy, en el programa del ministro de Exteriores ruso no está mencionado tal encuentro», señaló el viceministro de Exteriores, Gennady Gatilov

En cuanto a Irán, Clinton denunció que «los iraníes han dicho claramente que el mantenimiento de Al Assad en el poder era una de sus prioridades y nosotros pensamos que actúan en consecuencia enviando más personas para ayudar a Assad y apoyar a las fuerzas armadas». A su juicio esta implicación iraní en el conflicto sirio «está creciendo, y eso nos preocupa».

Y a la vez que acusaba a Teherán y Moscú, el Gobierno estadounidense defendió las tesis israelíes sobre el ataque que destruyó una instalación de investigación militar y mató a dos personas. Israel ha mantenido silencio oficial, aunque extendió la versión de un ataque a un convoy de armas que se dirigía a Líbano. Washington hizo suya esta tesis y advirtió de que «Siria no debería desestabilizar aún más la región transfiriendo armas a Hizbulah», según declaró el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, a la BBC.

Los medios de comunicación israelíes se hacían eco ayer del riesgo de conflicto regional en caso de que se produzca otro ataque. «Cualquiera que sea la sofisticación de esta operación, será probablemente imposible repetirla sin prender fuego a la región», escribió el corresponsal militar del diario «Yediot Aharonot». Irán advirtió el jueves de «graves consecuencias para Tel Aviv» después del ataque y el embajador sirio en Beirut, Ali Abdel Karim Ali, subrayó que Siria se reserva el derecho a responder a la agresión sionista.

Conspiración extranjera

El Gobierno sirio considera el ataque israelí como parte de una conspiración extranjera. En una reunión extraordinaria mantenida ayer, el Consejo de Ministros, presidido por Wael al Halqi, insistió en el vínculo entre la agresión israelí y los «grupos terroristas» en el país, como el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.

En su opinión, todo ello «forma parte de un complot de Israel, Qatar y Turquía con el objetivo de derrocar la estructura del Estado sirio privándole de elementos de su poder militar y económico y de su unidad nacional».

Durante el encuentro, el ministro de Defensa sirio, Fahd al Freich, informó al Gobierno de los detalles del «ataque terrorista» perpetrado por aviones israelíes el miércoles y recordó que esta agresión «atroz» causó dos muertos y cinco heridos, además de daños en un centro de investigación científica militar.

El ministro sirio reiteró que el ataque está relacionado con las agresiones de grupos armados y negó que el motivo del mismo sea destruir equipamiento y armas «preparados para ser transformados en otro sitio».

Por su parte, el titular de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, destacó que el objetivo fue «obstruir los esfuerzos internacionales para resolver la crisis en Siria mediante el diálogo y medios pacíficos».

Tras la reunión, el Gabinete emitió un comunicado en el que calificó «la agresión israelí como una violación flagrante de la soberanía nacional de Siria y los principios de la ley internacional». Además, atribuyó a la comunidad internacional, la ONU y el Consejo de Seguridad la responsabilidad de sus repercusiones legales e hizo un llamamiento a que se adopte una postura «directa y seria frente a la arrogancia y la testarudez israelí». Por último, reiteró que «Israel nunca se hubiera atrevido a lanzar este ataque a menos que los grupos terroristas armados, con el Frente al Nusra a la cabeza, no hubieran preparado las circunstancias prácticas para este acto mediante objetivos organizados contra los sistemas de defensa aérea y radares».

Crítica a «la pasividad»

Por su parte el líder de la oposición siria, Ahmed Moaz al Khatib, criticó al régimen de Al Asasad porque «los aviones israelíes han llegado y tus aviones se han limitado a mirar. Solo sirven para destruir mezquitas y universidades, y matar a civiles », en alusión a los bombardeos en la guerra siria.

Sobre el terreno, continuaron los combates en la periferia de Damasco, donde el régimen intenta expulsar a los rebeldes. También volvieron los enfrentamientos al campo de refugiados palestinos de Yarmuk, que fue bombardeado al igual que varias localidades cercanas.

Como todos los viernes se llevaron a cabo manifestaciones contra el régimen, en esta ocasión acusando a la comunidad internacional de «complicidad con las masacres de Al Assad».