De esa manera se estimaba que entre 130 a 200 de los 303 parlamentarios conservadores votarían en contra del proyecto de ley este martes, que se argumentaba también, prácticamente había salido de la nada.

Este martes tres de los ministros del gabinete del jefe de gobierno David Cameron, enviaron una carta a The Telegraph en demanda de apoyo de sus pares en la votación que se espera para después del medio día, y dijeron que la institución matrimonial se ampliaría y no se debilitaría.

El documento es suscrito por el ministro de Finanzas George Osborne, por el secretario de Asuntos Exteriores William Hague y por la ministra del Interior Theresa May, quienes recordaron que la mayoría del pueblo británico apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La pregunta es si sigue siendo aceptable excluir del matrimonio a quienes simplemente aman a personas de su mismo sexo, señalan en la misiva.
Recuerdan también que su partido es un ferviente creyente de la libertad religiosa y por ello el proyecto no obligaría a ninguna confesión a realizar estos enlaces.

De acuerdo al proyecto, el matrimonio entre personas del mismo sexo sería legal y las organizaciones religiosas quedarían en libertad para hacer las ceremonias correspondientes o rechazarlas, sin que puedan ser obligadas si no las aceptan.

Si el proyecto de ley es aprobado en esta segunda lectura pasaría a un comité de análisis que elaboraría un reporte para su tercera lectura y votación, y si es aprobado, iría a la Cámara de los Lores donde seguiría un proceso similar que de prosperar lo convertiría en ley.

De acuerdo a The Guardian, se espera que este proyecto sea aprobado pues los parlamentarios del Partido Liberal Demócrata -que forma la coalición de gobierno junto con el Conservador- y los Laboristas lo apoyan y le darán la mayoría necesaria.