mientras que la embarcación, con 600 kilos de pesca blanca y tiburón quedaron a las órdenes de Parques Nacionales.

Las autoridades deben establecer todas las multas necesarias y en caso de que el propietario no pague las multas, se embargará el barco. También deben determinar las medidas administrativas y judiciales a las que los pescadores deben hacer frente. Ello puede alargar la permanencia en Colombia durante varios meses. En el más reciente caso, los pescadores costarricenses de la embarcación “Yamaury 1”, permanecieron casi un año detenidos en Colombia.

Tanto el Departamento Consular de la Cancillería, como  la sección Consular de la Embajada  de Costa Rica en Bogotá,  están dando  cercano seguimiento al caso,  de manera especial en cuanto a la repatriación de uno de los tripulantes, menor de edad.
 
El Ministerio de Relaciones Exteriores aprovechó para reiterar  el llamamiento del Consulado de Costa Rica en Colombia, que insistió en alertar a los pescadores costarricenses a permanecer en aguas de la zona económica exclusiva del país y ajustándose estrictamente a los permisos de zarpe que otorgan las autoridades costarricenses.
 
En los últimos tres años se han producido detenciones de embarcaciones costarricenses en aguas colombianas, particularmente, entre los meses de enero y marzo, cuando los bancos de peces se desplazan hacia esa zona protegida.