plorado que el régimen israelí, en clara violación de las leyes internacionales, continúe arrestando a civiles, entre ellos niños y parlamentarios, lance redadas nocturnas contra las viviendas palestinas y reprima violentamente las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos palestinos.

Además, ha lanzado fuertes reproches contra el régimen de Tel Aviv por continuar con la construcción ilegal de asentamientos en Cisjordania y la demolición de domicilios y monumentos históricos palestinos.

Ante esta creciente escalada de crímenes de guerra, perpetrados por las autoridades de Tel Aviv, el titular palestino ha pedido la acción inmediata del Consejo de Seguridad de la ONU para acabar con estas hostilidades.

Actualmente, en penales israelíes se encuentran unos 5000 ciudadanos palestinos, entre ellos mujeres y niños, la mayoría de ellos encarcelados sin ningún tipo de cargo ni juicio.

Aun cuando el régimen de Tel Aviv ha recibido, en reiteradas ocasiones, las críticas y condenas de varias organizaciones internacionales, activas en el sector de derechos humanos, los prisioneros palestinos siguen sin acceder a sus derechos básicos, como agua, comida suficiente, atención médica, educación, visitas regulares y asesoramiento de un abogado, entre otros.