El candidato del PLN, Johnny Araya, termina en esa posición porque las encuestas, que tanto han sido invalidadas por muchos, en esta ocasión toman gran valor y le demuestran a los precandidatos que se retiran, que no solamente no tienen posibilidades dentro del partido sino que el desgaste del PLN es tal que las posibilidades de ganar las próximas elecciones son escasas.

Por eso se programa la retirada de precandidaturas que, a pesar de contar con fuertes sumas de dinero para enfrentar a la oposición, han visto sus intentos disminuidos por las encuestas. Ahora bien, ¿quiénes fueron encuestados? Por supuesto los que ponen los votos y conforman las bases. En esta ocasión parecen decirle NO a dos grupos importantes del PLN: Figueristas y Aristas.

¿Será que el Goliat, contra el que se han armado y desarmado tendencias, está debilitado y más bien se han fortalecido los partidos de oposición? ¿Será que una coalición ya no es necesaria para combatirlo?

El PLN puede estar desdibujando su debilidad desde la perspectiva de que aun está en el gobierno, y los grupos opositores todavía no se han dado cuenta de que su fortalecimiento es tal que pueden ir a las próximas elecciones sin coalición, para que el país tenga opciones claras y reales de elegir una x o y posición consolidada y no un collage de ideas que siguen un modelo desgastado, pegado con alfileres y que cae ante la primera ventisca, como quedó demostrado en la “coalición” legislativa.

Los partidos de oposición deben unirse a plantear las soluciones programáticas profundas que requiere un proyecto país, desde la promesa de que, sin importar el color que gobierne, los intereses comunes queden salvaguardados. El juego de niños de pierde y gana, ya está superado en la era del conocimiento.