duría a los jóvenes, como el buen vino que con la edad se vuelve mejor”, señaló. También les llamó "caminar con los pobres" y les dijo "la vanidad del poder es pecado para la Iglesia".

En un mensaje preparado con anterioridad, pero durante el cual improvisó algunos pasajes, informó a todos los purpurados que el cardenal argentino Jorge María Mejía, de 90 años, sufrió esta semana un infarto y se encuentra recuperándose en una clínica de Roma.

También agradeció el cariño que le brindaron los fieles de todo el mundo al momento de su presentación como Papa, un instante que “estuvo cargado de emoción por la multitud que llenó San Pietro”.
 
Además dirigió un pensamiento de gratitud a Benedicto XVI que, sostuvo, enriqueció la Iglesia con su magisterio de fe, humildad y bondad.

“El suyo permanecerá como un patrimonio espiritual para todos. El ministerio petrino vivido con total dedicación ha tenido en él un intérprete humilde y paciente”, apuntó.

“No cedamos jamás al pesimismo, encontremos cada día la valentía de llevar el evangelio a los cuatro ángulos de la tierra”, dijo en italiano Bergoglio.

Poco después de las 11:00 horas local (10:00 GMT), el pontífice llegó a la sala de audiencias vestido de blanco y se sentó en un trono realzado. Desde allí escuchó el discurso de agradecimiento del decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano.

Diferencias entre el Colegio Cardenalicio

El Papa reconoció la existencia de "diferencias" entre el colegio cardenalicio, y les invitó a no temerlas mientras se mantenga "la armonía", comentándoles que el Espíritu Santo velaba sobre la Iglesia como "un apóstol de Babel".

"Es necesaria una mutua apertura, nosotros somos hermanos (...) No hablo de igualdad, sino de armonía entre nosotros", dijo en la oportunidad el nuevo pontífice, que fue elegido tras cinco votaciones en dos días de cónclave, el pasado miércoles 13 de marzo.