“La certidumbre y la confianza son fundamentales para el buen desarrollo de un país, sin embargo, durante esta primera subasta se mantuvo en secreto el tipo de cambio promedio, lo que genera distorsiones y alimenta la especulación”, afirmó el analista.

Explicó el dirigente empresarial que al no existir una referencia para la tasa de cambio se producen distorsiones en los costos de las empresas y también en el cálculo de la inflación, por lo que la misma impactará la cotización del dólar paralelo.

Recalcó que el gobierno no está claro en lo que busca, ya que en 10 años de controles de cambio crearon variados mecanismos para acceder a las divisas que incluyeron venta de títulos de deuda y ahora las subastas del Sicad.

“Estos continuos cambios denotan improvisación y no generan la confianza necesaria al sector importador del país, que exige reglas claras y coherentes para poder aportar su granito de arena al fortalecimiento de la economía del país”, insistió el catedrático.

Por otra parte señaló que el nuevo mecanismo obedece a la urgencia del gobierno de minimizar el desabastecimiento y es por demás muy restrictivo, ya que dejó por fuera a muchas medianas y pequeñas empresas que quedaron con los crespos hechos.

Dijo que espera que las próximas emisiones sean más abundantes, porque 200 millones de dólares, no bastan para regularizar las importaciones que desde hace algunos meses se encuentran paralizadas, debido a esta “sequía” de divisas.

Aclaró que al Sicad sólo pueden acceder las compañías inscritas en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (Rusad), y luego contar con el visto bueno del Órgano Superior, que al final será el encargado de decidir quién recibirá las divisas.