aletas del tiburón en alta mar o en lugar no autorizado”, agregó el Defensor Adjunto de los Habitantes, Luis Gerardo Fallas Acosta, durante una actividad de presentación del informe en Puntarenas el día de hoy.

El aleteo es una práctica que consiste en pescar tiburón con el objeto de aprovechar única y exclusivamente sus aletas, desechando el resto del cuerpo para consumo humano o animal, siendo que en ocasiones el descarte lo utilizan como carnada para el mismo fin.

Escuchar al Defensor Adjunto:

El “aleteo”, además de representar una práctica cruel en contra del animal, tiene graves implicaciones económicas y ambientales. Desde el punto de vista económico, significa un desperdicio de los recursos marino-costeros y pérdida de una gran fuente de alimento rico en proteínas, cuyo descarte afecta la seguridad alimentaria, y desde la óptica ambiental, constituye una seria amenaza a la sostenibilidad de estas especies y su hábitat, a la diversidad biológica en general por el riesgo de desaparición de especies, así como para la estructura y función de los ecosistemas marinos, ya que una sobre explotación de estos predadores puede causar impactos ecológicos desconocidos, que podrían afectar a su vez a otras especies comerciales.

En Costa Rica, pese a su importancia, no se conoce el estado actual de las poblaciones de tiburones de alto valor comercial, ya que no se tienen programas ni investigaciones científicas dirigidas a analizar esa realidad; por lo tanto, esto no ha permitido la toma de acciones y medidas de ordenación eficaces para regular debidamente la pesca en nuestros mares, con el fin de asegurar la sostenibilidad del recurso.

La Defensoría solicitó también integrar una Comisión con participación de representantes del Ministerio de Hacienda, particularmente la Dirección General de Aduanas, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX/PROCOMER), y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura, con el objeto de elaborar un Reglamento que prohíba la importación de aletas de tiburón, sean estas frescas, congeladas, secas o saladas, o bien el ingreso al país de tiburón sin sus aletas adheridas al vástago o cuerpo de manera natural.

Asimismo coordinar la realización de operativos de interdicción marina o portuaria con el Servicio Nacional de Guardacostas sobre embarcaciones, en especial del tipo palangre, para prevenir el aleteo de Tiburón, para ello debe presupuestar para el ejercicio económico fiscal siguiente, los recursos necesarios para adquirir equipo náutico, como son lanchas y accesorios, así como personal capacitado en la realización de esos menesteres.

Mientras se analiza la posibilidad de una veda parcial o total, exigir a las embarcaciones nacionales, que por su naturaleza faciliten el aleteo de tiburón, el que antes de desembarcar el resultado de su faena deben contar con la autorización previa del INCOPESCA, y proceder a realizar tal acción en el Muelle Público de la Terminal de Multiservicios Pesqueros de Barrio El Carmen de Puntarenas, o en aquel oficialmente autorizado, bajo la presencia de autoridades las públicas correspondiente para inspeccionarlo, o para sellarlo en forma semejante a las embarcaciones extranjeras, si es que no se va a realizar la inspección o descarga de inmediato.