“Los obstáculos técnicos han sido superados gracias al uso de la ingeniería celular”, declaró el cirujano a Oggi.

El experto explicó que la clave para reconectar la médula espinal está representada por la posibilidad de fundir las prolongaciones nerviosas explotando sustancias en grado de reconstruir su integridad.

Dijo que el proyecto sería posible a través de un corte mínimamente traumático de la médula espinal con una navaja ultra filosa, durante una operación realizada bajo hipotermia profunda para proteger las estructuras cerebrales.

Aseguró que los candidatos potenciales al trasplante de cabeza podrían ser personas con alguna enfermedad neuromuscular degenerativa o incluso tetrapléjicos.

Los donadores serían individuos que hubieran perdido la vida debido a un trauma craneal puro, es decir, sin lesiones sustanciales en otros órganos, o también quienes hubieran sufrido una hemorragia cerebral grave.

Pero para el director del Instituto de Neurocirugía de la Universidad Católica de Milán, Giulio Maira, el trasplante de cabeza es sólo “una posibilidad de ciencia ficción”.

“No existen las bases experimentales y de conocimiento para hacer una afirmación de ese tipo”, sentenció.