Durante el primer día del encuentro, la Ing. Vanessa Rosales, presidenta de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias destacó que "un SAT ilustra la articulación institucional y de la sociedad civil para toma de decisiones oportunas que salvan vidas, fundamentadas en criterios científicos y técnicos."

Sin embargo, puntualizó que la sostenibilidad de los sistemas dependerá del compromiso institucional y comunal, ya que dichos actores deben apropiarse de la iniciativa y liderarla. Pero también llamó la atención al mandato de la ley 8488 que establece la obligación de las instituciones y gobiernos locales, de contar con presupuesto para la gestión del riesgo y por ende con recursos para el mantenimiento y consolidación de los sistemas de alerta.

Mencionó el éxito alcanzado en Sarapiquí con la implementación del SAT, del cual destacó la participación de dos líderes comunales, Jaqueline Araya y Alice Mejías, en la IV Sesión de la Plataforma Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres, en Ginebra el pasado mes de mayo. Ellas expusieron cómo se puede convivir con el riesgo involucrando a la comunidad en la organización y acceso a la información como herramientas fundamentales para estar preparados ante emergencias.

La actividad de tres días, busca el intercambio de experiencias entre instituciones y comunidades que han estado involucradas en acciones de vigilancia y monitoreo de cuencas hidrográficas, volcanes, deslizamientos, tsunamis y fallas geológicas. La agenda incluye presentación de casos exitosos, como el SAT del río Sarapiquí, el monitoreo del volcán Rincón de la Vieja a cargo del ICE-Red Sismológica Nacional, la organización comunitaria para vigilancia del río Cañas en Hotel, entre otras, y varias sesiones grupales para el planteamiento de la Estrategia Nacional sobre SAT.

Para la CNE y en cumplimiento del Plan Nacional de Gestión del Riesgo, una de sus tareas prioritarias es promover la consolidación de sistemas de vigilancia y monitoreo existentes para convertirlos en verdaderos Sistemas de Alerta Temprana (SAT), y así proteger la vida de los habitantes de zonas de riesgo de manera más oportuna y eficaz.