“Hay que romper el monopolio estatal” y buscar la sana competencia, era el segundo eslogan de los políticos referidos anteriormente. Rompieron el monopolio (saludable) estatal, pero lo convirtieron en un “OLIGOPOLIO” compartido por tres compañías: ICE, CLARO y MOVISTAR en cuanto a telefonía celular. Algo que estaba planeado desde el inicio, pues aún recuerdo que el primer “pedimento condicionante para entrar” por las transnacionales, fue subir el techo de los precios de los servicios por las entidades reguladoras (ARESEP-SUTEL).

Hoy estamos experimentando los resultados de ese pedimento inicial acordado, pues solo faltaba MOVISTAR para cerrar el ciclo del alza en los precios de los mensajes de texto, de ¢1.70 a ¢3.00 colones, es decir, prácticamente un alza del 80%.

En cuanto a “calidad del servicio”, tampoco hemos obtenido beneficio, al contrario, hay que invertir en tres teléfonos o al menos en tres “chips” para un mismo teléfono (uno por compañía), ello debido a que hay zonas donde una compañía tiene cobertura pero las otras no y viceversa.

Las “promociones”, si es que se les puede llamar así, es la única consonante para tratar de robarle clientes una compañía a la otra, pues generalmente (por no decir en la totalidad de los casos), están orientadas al intercambio de información desde un teléfono de una compañía a otro de la misma compañía.

Creo que como sociedad “culta” y “estudiada”, no podemos pecar de “ignorantes” ante esta desfachatez, ante este “engaño competitivo” donde los ganadores son las empresas y los perdedores seguimos siendo los usuarios… ¿Competencia para qué?, ¿para hacernos gastar más y seguir teniendo un servicio de mala calidad? Debemos manifestarnos FIRMEMENTE ante esta barbarie y EXIGIR una VERDADERA COMPETENCIA o mejor… que se vayan las transnacionales, que al menos los ingresos del ICE quedan en el País.