Redacción.- La jerarquía y sacerdotes de la Iglesia Católica no escondieron el domingo sus molestias por lo que consideraron “un asalto” del gobierno a las reliquias de San Juan Bosco, fundador de los salesianos, desde que llegó al Aeropuerto Internacional de Managua y en donde se realizó una ceremonia con altos honores, bajo el control del Ejecutivo.

En efecto, el Presidente Daniel Ortega, la Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo; el Cardenal Miguel Obando y Bravo; el Jefe del Ejército, General Julio César Avilés y la Jefa de la Policía Nacional, Primera Comisionada Aminta Granera, presidieron el acto de recibimiento.

A este acto no quisieron asistir los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, ni el propio Arzobispo de Managua, Monseñor Leopoldo Brenes, ni el Nuncio Apostólico, Monseñor Joseph Nowacki.

En algunas parroquias de Managua y de Masaya, los sacerdotes lanzaron críticas sutiles al gobierno desde el púlpito por apropiarse de un evento absolutamente religioso. Los obispos llegaron hasta que las reliquias estaban en Granada, en una ceremonia presidida por el Obispo Jorge Solórzano.

“Al recibir la reliquia de Don Bosco, Nicaragua entera y en particular la juventud nicaragüense, está recibiendo el mensaje de amor. Nuestro pueblo, es un pueblo bendito con la llegada de la reliquias de San Juan Bosco, que tiene esa mano con la que él daba, y estoy seguro hoy nos está dando, a todos su bendición”, dijo Ortega en la ceremonia.

Por su parte, Murillo declaró que “nos sentimos honrados por esta visita, bendecidos por su mano.

Nos hemos identificado siempre con la labor salesiana, esa labor incansable para fortalecer a la juventud en todas partes del mundo, para crear escuelas de artes y oficios, para velar por la juventud en su formación de valores humanos”.