Hay reportes de que los islamistas, que se han hecho fuertes en el norte de Siria, han realizado una serie de detenciones de activistas, periodistas e incluso de funcionarios de tribunales islámicos.

Los dos grupos antagonistas, en la frontera entre Siria y Turquía, han acordado el intercambio de prisioneros y propiedades.

Azaz fue uno de los primeros pueblos en ser ocupado por los rebeldes sirios en 2012 y el grupo, que cuenta con el apoyo de Occidente, estableció su propia administración.

Este incidente se produce en el marco de las declaraciones del viceprimer ministro sirio, Qadri Jamil, que aseguró que la guerra civil ha llegado a un punto muerto, "ni las fuerzas del gobierno ni los rebeldes son lo suficientemente fuertes para ganar", añadió.

En entrevista con el periódico The Guardian, Jamil sostuvo que en las próximas conversaciones de paz, que se prevé se realicen en Ginebra, Damasco exigiría un alto el fuego con la oposición armada.

En este sentido, el presidente de Irán, Hassan Rouhani, ha dicho que Teherán está dispuesto a ayudar a negociar la paz en Siria, como parte de lo que él llamó la nueva política de su gobierno para crear "compromisos constructivos" con otras naciones.