Articulo 145. – Los Ministros de gobierno podrán concurrir en cualquier momento con voz pero sin voto a las sesiones de la Asamblea Legislativa y deberán hacerlo cuando esta así lo disponga.

Articulo 146. – Los decretos acuerdos, resoluciones y ordenes del poder ejecutivo requieren para su validez las firmas del Presidente da la República y del ministro del ramo y además en los casos que esta Constitución establece la aprobación del Consejo de gobierno.

Para el nombramiento y remoción de los Ministros bastará la firma del Presidente de la República. Pero ignorar la Ley y la Constitución es lo que parece hacer mejor el Gobierno Neoliberal… Y es que la Ministra de Salud parece olvidar que la función de gobierno y sobre todo en lo que a un jerarca de gobierno, tal como lo es un(a) Ministro(a) se refiere, es en sí y por sí misma un fin político. O es que acaso también olvida que los Ministros(as) son funcionarios políticos nombrados por el Gobierno para ejercer las funciones administrativas del Estado (Ministerios).

"A mí me parece que a ella (Daisy Corrales) le cuesta mucho manejar que ella es la rectora de Salud, ella es la que manda y no lo tiene claro”, esas fueron las declaraciones de la Defensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum a Costa Rica Hoy sobre el accionar de la ministra de Salud.

A mi me parece que no solo le cuesta manejar que ella es la rectora de Salud; sino que como ella misma asegura, que si rara vez se le ve como vocera de la institución que representa, es porque prefiere darle la palabra a los expertos en los temas específicos, el puesto le queda grande, por falta de conocimiento (o quizás por incompetencia); así que lo mejor que pudo haber hecho (desde hace mucho tiempo) es haberle dejado el puesto a quien si supiera cómo manejar la rectoría de Salud; a quien si tuviera conocimientos (no necesariamente especializados) acerca del tema, cualquiera que sea, relacionado con Salud; al fin y al cabo, esa es precisamente la función que se supone debe realizar y por la cual se le paga; es decir, le pagamos todos los costarricenses. Hacer lo contrario sería “Justificar la Improvisación en vez de la Planificación”.