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Voces y luces latinoamericanas - TicoVisión |
Publicado en 06/10/13 a 14:54:40 GMT-06:00 Por Administrador |
Con la serenidad y libertad de servilismos que le otorgan sus 78 años, su pasado guerrillero y su acreditada trayectoria en defensa de los derechos humanos, habló del consumismo voraz que devora los recursos planetarios y a la propia... Por Fernando Solís Fernández 6 de octubre de 2013.- El pasado 24 de septiembre, el presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mujica (1935) habló ante la Asamblea General de la ONU. Su exposición fue una invitación a reflexionar sobre las injusticias, los atropellos y la insensatez que rigen nuestro mundo; cuestiones sencillas y que afectan a la felicidad diaria de la raza humana, pero que solemos arrinconar inmersos en el ritmo consumista actual. Con la serenidad y libertad de servilismos que le otorgan sus 78 años, su pasado guerrillero y su acreditada trayectoria en defensa de los derechos humanos, habló del consumismo voraz que devora los recursos planetarios y a la propia civilización humana, de los millones de ciudadanos aquejados por la pobreza, de la tolerancia como base de la convivencia en paz, de la necesidad de combatir a la economía sucia, al narcotráfico, a la estafa, el fraude, a la corrupción y al dios mercado que nos oferta felicidad si nos enriquecemos sea como sea y que nos organiza la economía, la política, los hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas y tarjetas. “Hay marketing para todo, para los cementerios, los servicios fúnebres, las maternidades, para padres, para madres, pasando por las secretarias, los autos y las vacaciones; Todo, todo es negocio”. Mujica urgió a gobernar la globalización desde el interés general del planeta y de la especie humana, de hacer que la política sea capaz de romper con las limitaciones impuestas por los poderes económicos y financieros, de construir una nueva política sin fronteras. “Sería imperioso lograr un gobierno para la humanidad, el consenso planetario para lograr la solidaridad hacia los más oprimidos, castigar impositivamente el despilfarro y la especulación. Movilizar las grandes economías, no para crear descartables, con obsolescencia calculada, sino bienes útiles, sin fidelidad, para ayudar a levantar a los pobres del mundo. Bienes útiles contra la pobreza mundial. Volcar un neo-keynesianismo útil de escala planetaria para abolir las vergüenzas más flagrantes que tiene este mundo” Y aunque dijo creer en la utopía de un mundo con una ciudadanía mejor, también confesó no ser un iluso, manifestando su opinión de que continuarían las guerras y los fanatismos provocados por los intereses localistas y nacionalistas de las grandes naciones hasta que la propia naturaleza nos diga basta, que la codicia individual prima sobre los intereses de la especie humana, debido al debilitamiento de la alta política, porque tenemos impotencia política para pensar globalmente aunque vivamos en la era de la globalización, porque los gobiernos que deberían representar el bien común, la justicia y la equidad, se han olvidado de la gente corriente, del pueblo común, porque en lugar de gobernar a la civilización, esta nos gobierna a nosotros, ya sea por limitaciones culturales o porque hayamos alcanzado nuestro techo biológico. Me ha parecido estar en otro planeta leyéndolas, y les brindo esta oportunidad indicándoles el link del texto completo... Ver texto completo. Desde hace varios meses, también me sorprenden gratamente las palabras de otro notable latino pronunciadas en la vieja Europa, el papa Francisco, que viene alertando sobre las consecuencias que provoca la extensión del desempleo en cuanto al sufrimiento y pérdida de dignidad de quienes pierden su trabajo, del incremento de la pobreza superando su tradicional ubicación en los países del Sur y alcanzando a personas de todo el planeta, de la necesidad de repensar el concepto de solidaridad como un replanteamiento global de todo el sistema de organización mundial, a pesar de que ello incomode a la economía y al dios mercado o a los becerro de oro, de la gravedad de la crisis más allá de sus dimensiones económica y financiera, de la necesaria reforma y adecuación a los tiempos de instituciones ancladas en estructuras y comportamientos ancestrales. Ojalá estas palabras y deseos latinos de libertad, igualdad y justicia para todos los ciudadanos sirvan como guía y faro del pensamiento de la humanidad, pues son reales, basadas en la sabiduría de la experiencia que dan los años y la responsabilidad en la gestión pública, y tan emotivas e ilusionantes como otras que fueron dichas en la ficción cinematográfica, y me refiero intencionadamente a las que pronunciara el genial Cantinflas, que como humilde Embajador de la imaginaria República de los Cocos habló de manera magistral ante la Asamblea General de la ONU, poniendo en evidencia los intereses localistas tanto de los Verdes como de los Rojos, haciendo una encendida defensa de los intereses generales de la mayoría de los países y ciudadanos del mundo; incluyo su link para su audición, recomendando que sea visionado por todos nosotros, pero especialmente por los aspirantes a gestionar lo público...Ver video |
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