Recientemente, un suplemento de “La Nación” que se publica los domingos, por cierto muy pretencioso intelectualmente, con lo cual esconde su verdadero alineamiento político, hizo supuestamente una especie de bibliografías sobre 5 de los trece candidatos, empezando por supuesto con la de Johnny Araya Monge (oficialista), en su  majestuosa vivienda construida con los dineros del pueblo del cantón central, y que le permitieron obtener los elevados salarios de alcalde municipal, y el recorrido prosigue con Otto Guevara, luego Rodolfo Piza, Luís Guillermo Solís, y finalmente José Maria Villalta; las entrevistas extremadamente coquetas, pomposas, puro “periodismo corrongo” al decir de mi amigo Carlos Morales. Los entrevistados  hablan de un cotidiano de confort y exponen ideas poco útiles para la toma de decisiones, un pasquín al mejor del estilo de las telenovelas rosa. No obstante,  para un país de malos lectores el orden de quien va primero tiene un efecto previamente selectivo que no deja de influir en el lector y elector. Supongo que pocos lectores llegaron a Villalta, la más insidiosa.

LOS TRECE POR UNA SILLA PRESIDENCIAL

Pero la famosa revista Dominical, con aires de la pomposa intelectualidad  con que juega a ser pulcra, no deja de ser una más que una de esas revistas que una vez revisada,  se ponen luego en la cesta del material a reciclar; no creo que tenga una pizca de influencia en un buscador de información para orientar su voto, y bueno, la selección fue hecha y nos negaron la vida de 8 candidatos.

Y es que cómo le cuesta a las mayorías y a los medios de comunicación poder hablar del total del espectro político. Por ejemplo, los podrían agrupar por filiaciones partidarias, esa sería una mejor forma de resumir y agrupar a los candidatos, a los que tienen ideas y a los que están por figurar o son partidos turecas, como el PASE y los partidos religiosos, o los que están en la beligerancia política contra el sistema, los reformistas, los populistas y los viejos cascarones de grandes partidos.

Y los candidatos, al menos los de los partidos que ya aparecen con un cierto porcentaje de votos en las dudosas encuestas, se quejan de lo duro que es esta campaña para convencer a los electores mientras Jonny Araya y su lugar teniente el comprador de tierras de tierras a los indígenas, hacen sahumerios y ponen velitas para que el abstencionismo se mantenga alto y así asegurarse la elección.

Por eso y e mi experiencia, viendo elecciones en muchas partes del mundo recuerdo la experiencia francesa donde todos los candidatos, una veintena, tenían asegurados algunos minutos de radio y televisión pagados por el órgano encargado de los comicios y de esta forma el pueblo elector podía por lo menos escucharlos a todos.

Pero aquí a ningún candidato se le ocurre entrarle a las reformas al Tribunal Supremo de Elecciones, que más que un tribunal, es una tribu de aliados con filiación política que día a día favorece la desigualdad de oportunidades para los candidatos en esta contienda electoral del 2014. La tribu también tiene sus candidatos, la tribu no es imparcial y eso es sencillo de entender, hubo gente que los puso ahí, porque sino andarían como Jhonny Araya buscando a ver quien los contrata.

Del pasquín dominical ya pasaron los recicladotes  y esperemos que hagan buen papel higiénico, que para eso sirve esa pomposidad con tono magistral en donde se aplica la asepsia política.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.