Primero que todo, don Jorge finalmente termina tirándole a Johnny Araya que ha hablado de regalías y bonos para los que viven en "extrema pobreza" (que por cierto en una ocasión que utilicé ese término, un director del “Foro X Costa Rica”  del Movimiento Libertario, actividad que realiza desde Miami, dijo que ese concepto no existía en Costa Rica y  me atacó con su habitual estilo socarrón y sin conocimiento de nada). Al menos a Woodbridge se le puede tildar de parcializado y erróneo pero no de persecutor, ni de ultraderechista. Woodbridge como ingeniero dejó  de estudiar y se quedó rezagado, pero debo reconocer que no es un terrorista de la palabra.

Sigamos como woodbridge, en su magistral argumentación, digna de un principiante universitario de cualquier carrera menos de economía, se expresa:

“No podemos romper los equilibrios que deben tener los mercados laborales creando nuevos aumentos sin analizar la productividad. No se pueden ignorar  las restricciones presupuestarias más básicas  en el gasto público y el funcionamiento del mercado..." Y ahí sigue su diatriba seudo económica.

Cito ese argumento, porque detrás de ellos es claro que en aras de una disciplina fiscal, que por cierto no veló por su cumplimiento cuando fue ministro de competitividad y dejó desaprovechar el bono económico de la administración Pacheco  se dilapidará.

Las tesis erradas de Woodbridge, estriban en que propugna con sus argumentos el mantener el statu quo, que nadie cambie nada para no afectar la productivad y más grave aún, para “no romper los equilibrios que deben tener los mercados laborales”.  ¿Cuáles equilibrios de los mercados laborales? Con una tasa de empleo abierta del 8 % y que junto al empleo mal remunerado, y subempleo, y economía informal podemos poner la cifra del 20 por ciento de la población trabajadora excluida de los beneficios de las políticas públicas.

Estas viejas teorías económicas tomadas en su visión fundamentalista, no permitirían actuar a los gobiernos centrales y lo que harían es seguir manteniendo el statu quo. Se requiere sí, elevar la productividad, fortalecer los programas de obras pública, creando un ambiente favorable para los pequeños y medianos emprendedores, estimular la actividad artesanal, conectarse a nuevos socios comerciales donde podamos sacar ventajas comparativas. Inyectar visiones optimistas para que todos contribuyamos a la mejora del bienestar económico colectivo.

Lo que no podemos hacer es, quedarnos en la economía clásica keynesiana  y de su discípulo Samuelson de esperar que sea la mano oculta del mercado. No hay tal mano oculta, está un ente que se llama “gobierno” y su política económica que deben entrar a controlar las distorsiones y en nuestro caso apoyar  a las poblaciones en situaciones de pobreza y extrema pobreza.  La única mano oculta que todos conocemos es la de Maradona que no fue tan oculta y termino siendo un gol memorable para los anales del fútbol.

Por eso metámosle un gol a la economía, porque como todo es una ciencia social en donde si los actores imbuidos en proceso llegan a acuerdos sanos y de juego limpio, todos saldremos beneficiados.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.