sión, un contingente del PLN se encontraba en el pequeño puente que conectaba a San José con esa localidad. Eran muchos y obstruían el paso por el puente, lo que me obligó a disminuir la velocidad a menos de diez kilómetros por hora, momento que aprovecharon para garrotear el vehículo quebrándome el “para brisas”, varios vidrios laterales y me abollaron puertas. Dos de las personas que iban sentadas cerca de las ventanas, resultaron con heridas en la cabeza.

Solamente le pido al Padre que este evento de la señora sea aislado y que no estemos retornando al pasado.

Aprovecho para recomendar a los miembros de mesa y fiscales de los centros de votación, que se mantengan alertas, vigilantes de las urnas (cajas) con votos, en caso de darse un apagón de la energía eléctrica o una trifulca simulada para distraer la atención. Estas también eran parte de esas “nefastas estrategias”. Enviaban muchachos a armar un “supuesto” pleito entre ellos a puñetazos; también se mandaban a otros con cadenas que se lanzaban al alumbrado público para provocar un apagón producto del cortocircuito, ambas acciones para distraer a los miembros de mesa y reemplazar las cajas con los votos. Lleven focos propios, probados, que ustedes sepan no les van a fallar.

Es triste recordar estos hechos y tener que hacer estas recomendaciones. Pero este proceso electoral ha tenido lo que se ha llamado “campaña del miedo”, estrategias que ya no se veían en procesos anteriores y ¡es mejor prevenir, que lamentar!

Ruego a los directores de campaña del PLN, al señor Álvarez Desanti, de no contratar a este tipo de delincuentes juveniles, como lo hicieron ayer en Rincón Viejo de Pavas pagando la suma de seis mil colones a personas jóvenes que son un peligro para la ciudadanía. Se los ruego de “todo corazón”; por favor, no convirtamos una “fiesta electoral” en una “tragedia electoral”. LE RUEGO AL PADRE, A ESE DIOS DE TODOS, LES ILUMINE PARA QUE TODO TRANSCURRA EN PAZ Y ALEGRÍA.