y esto es cierto porque lo tomé del diario “x” o lo declaró la persona 'y'"; miles, o quizás millones de personas por el mundo habrán absorbido una mentira como algo fidedigno, es decir, como una "verdad falsa".

La fotografía superior derecha, tal como lo dice el “pie de foto”, trata de un evento de represión del ejército egipcio publicado en el diario digital “elconfidencial.com” el día 11 de diciembre del 2011, bajo el titular “Una mujer con velo deja al desnudo la barbarie del Ejército egipcio”.  Ver foto y artículo

Por otro lado, la autodenominada “periodista” Ludmila Vinogradoff Sorokin, quien se ha convertido en una heroína de la oposición venezolana, y que en una de sus respuestas ante entrevista que le hicieran en “whohub.com”, le preguntan “¿Qué es para ti la objetividad?”, y contesta “Responder siempre a la realidad y la verdad” (Ver entrevista). Irónicamente, esta “veraz y realista periodista”, mantiene una columna en un blog de abc.es (Ver columna llamada "El bochinche venezolano) (Ver foto y artículo en noticiascentro.com"), en un artículo titulado “FASCISMO PURO Y DURO “VIENEN TIEMPOS DUROS"…, publicado en abril del 2013, utiliza la misma fotografía de Egipto con el siguiente pie de foto “Mujer golpeada y pateada – Ludmila Vinogradoff” (dice: … Venezuela en los últimos 4 días.) Lo ¡más grave! es que al pie de la foto pone su nombre como si fuera la autora de la fotografía, cuyo propietario original es la agencia Reuters.

Utilicé el ejemplo sobre Venezuela, porque es el evento de turno; está en desarrollo y es el que atrae en estos momentos la atención de todos los medios de comunicación y de millones de personas en el mundo. Pero no es un hecho aislado, lo vivimos con las noticias del Medio Oriente donde ese “periodismo parcializado” fue cómplice del asesinato de miles de “inocentes”. Para poder acercarme un poco a la “verdad legítima” de lo que ocurre en ese país, tendría que viajar al mismo o tener fuentes “fidedignas” dentro y de ambas caras de la moneda, o al menos tener datos verificados de los motivadores de la confrontación.

Aquí en Costa Rica y sobre hechos nacionales, no escapamos a la utilización de la “verdad falsa”. En más de una ocasión he presenciado manifestaciones populares con asistencia de “cientos” y a veces “miles” de personas, y luego en nuestros principales medios narran el evento utilizando “decenas de manifestantes”. Otro ejemplo reciente del inicio de nuestro proceso electoral, fue la famosa edición de la entrevista a José María Villalta por Alberto Padilla, quien nunca sacó a la luz el video completo aduciendo justificaciones sin fundamento de acuerdo al procedimiento periodístico “profesional y ético”; ah, pero rápidamente nuestros medios y miembros favorecidos con la “verdad falsa”, hicieron eco negativo del evento en vez de exigir como una “familia nacional” que Padilla revelara el video “original”. El video editado, sin duda alguna incidió (se inmiscuyó) y alteró nuestro proceso cambiando la percepción de nuestro electorado.

El propósito real de este breve enfoque sobre la “verdad legítima” y la “verdad falsa”, es que reflexionemos y maduremos intelectualmente sobre cómo debemos escudriñar la abundante información que nos llueve a diario; algo que en vista de que nuestros más poderosos medios de comunicación (que están obligados éticamente) no lo hacen (por intereses económicos) para brindarnos una verdad más cercana a la realidad de los hechos, nos toca a nosotros mismos hacerlo. No aceptemos un evento por su lectura en un solo medio; hoy tenemos la INTERNET que también puede ser positiva (dependiendo de cómo la utilicemos) para buscar las diferentes versiones sobre el evento y contrastándolas para extraer entre líneas nuestro propio concepto de lo ocurrido y acercarnos lo más posible a la “verdad legítima”.