Nos planteamos una pregunta crucial, ¿somos un Estado confesional?

Quizá lo primero que debemos entender, es que no somos un Estado confesional,  propiamente hablando, si bien el artículo 75 de la constitución declara la filiación a una fe religiosa, en nuestro territorio hay libertad de culto. Y ya propiamente de su población podemos decir que en general nuestro pueblo tiene o no tiene una religión pero, entre su creencia religiosa y los órganos del Estado: instituciones, políticas públicas, educación deben haber derroteros diferentes.

Tres temas candentes han reavivado el debate entre iglesia, poder legislativo, y grupos sociales: 1) Las iniciativas de  poder practicar la fecundación in vitro, 2) Las sociedad de convivencia entre parejas del mismo sexo, o  que ese autorice el matrimonio entre contrayentes del mismo género. 3) El aborto terapéutico.

En el caso de la fecundación in vitro, es un mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y ya se encuentra en la corriente legislativa; no aprobarla, implicaría una sanción o un retiro de Costa Rica de este foro con el consiguiente deterioro de la imagen internacional del país. La fecundación in vitro es un procedimiento para las parejas no fértiles de poder alcanzar el estado de preñes  de la mujer pero implica el despliegue de técnicas sofisticadas desde el campo de la ciencia, los religiosos se oponen por razones que tienen que ver con el número de implantes de óvulos fecundados que se deben colocar para lograr el objetivo.

En el tema del matrimonio de parejas del mismo sexo, los argumentos grosso modo giran en torno en que dentro de la tradición cristiana el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer con el sagrado cometido de “creced y multiplicaos”. El tema de las sociedades de convivencia es una iniciativa ingeniosa que reconocería los derechos de las personas del mismo sexo a llegar a un acuerdo entre ambas partes, una especie de contrato o matrimonio civil que implicaría responsabilidades y los consabidos derechos y deberes para los contrayentes. Y en caso del aborto terapéutico cubre aquellas mujeres que por las circunstancias en que fueron embarazadas, y asea por hecho violentos o por alguna enfermedad que pusiera la vida del feto y de la madre sea más conveniente la interrupción del embarazo.

Y bueno, esa agenda de temas de discusión mantiene en vilo a las autoridades religiosas que pareciera se han mantenido muy encerradas en sus cánones religiosas y han afectado el desarrollo de los debates desde una perspectiva civil y sin que medien las creencias religiosas.

Pero estos temas han encontrado un caldo de cultivo para la polarización de la sociedad costarricense, toda vez que por la coyuntura electoral que vivimos hacen que estos se conviertan en puntas de lanza de los partidos políticos que luchan por el poder político a saber: el Partido Acción Ciudadana y el Partido Liberación Nacional, y esto ha motivado ya reuniones entre los jerarcas de ambos partidos y los representantes, por ahora, de la iglesia católica y podríamos suponer que sucederá con las representantes de las otras creencias religiosas.

En este contexto electoral, la fe religiosa y ¿Cómo sea pensado este tema en el seno de cada formación política, podría tener un efecto en la votación en esta segunda ronda electoral? El partido que más se aleje de los preceptos clásicos de la cúpula eclesiástica, podría pagar un precio en su caudal de votos.

En esta ocasión se ha notado una iglesia católica muy activa, bendiciendo las imágenes de la Virgen de los Ángeles que en este caso le llevó el candidato Johnny Araya Monge a la reunión con la Conferencia episcopal.

Nuestro punto es que la imagen de nuestra Patrona está por encima de las confrontaciones políticas, ella ha de estar al lado de todos los costarricenses, mal hace la Iglesia en inmiscuirse en política partidaria en un momento crucial de la vida política y social del costarricense.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.