naba el Lic. Julian Frech Ayub) al propio candidato, cuando ayer por la mañana el Semanario Universidad publicó una encuesta sobre la intención del voto para la segunda ronda y en donde quedaba claro que los resultados eran sumamente adversos para Araya Monge, apenas con una intención de voto del 20 por ciento del electorado para la segunda ronda, y una aplastante mayoría para el candidato del partido Acción Ciudadana (PAC).

El gran error metodológico del comando de campaña del PLN, estuvo en olvidar los grandes principios fundacionales de su propio partido y querer hacer migas con las fuerzas ultraconservadoras como el Partido Unidad Social Cristiana, cuyo candidato Rodolfo Piza, quería colocarse al centro pero su discurso y acciones lo colocaban a la derecha junto con el recalcitrante partido Movimiento Libertario, todos juntos cerraron filas contra el Partido Frente Amplio ubicado en el espectro de la izquierda y ahí todos y cada uno de los candidatos quiso demostrar en sus respectivas campañas cual era el más derechista.

El efecto de esa derechización de la campaña electoral cobró ribetes impensados cuando a mediados de Enero del 2014, las encuestas empezaron a colocar al frenteamplista como el que encabezaba las preferencias electorales.  En ese momento en los debates y en las redes sociales proliferaron las posiciones de ataque al FA, y permitieron la escapada en solitario de quien supo capitalizar la concentración de todos los adversarios contra  José María Villalta.

El candidato del PLN se jugó todo el chance de ganar las elecciones en la primera ronda, por eso su partido fue el que más dinero invirtió en la campaña electoral, derrocharon el dinero, la campaña careció de argumentos, el PLN no fue propositivo, sino que fue directo contra dos partidos en particular contra el Frente Amplio al cual vinculó con el Socialismo del Siglo XXI, y retomó los viejas  miedos del anticomunismo reaccionario.

La llamada “campaña del miedo”,  golpeó con menor fuerza al candidato del Partido Acción Ciudadana Luis Guillermo Solís Rivera, lo cual le permitió filtrar su mensaje y dejar que el PLN continuará en un esfuerzo estéril por bajar el perfil del joven diputado del Frente Amplio, José María Villalta, tanto en los debates como en la publicidad por radio, periódicos, televisión y redes sociales que le consumió enormes recursos y energía a quienes organizaron y planificaron la campaña política del PLN, y esa campaña anticomunista directa y frontal contra el Frente Amplio, le permitió a Luis Guillermo  Solís mostrar un perfil político centrista que terminó arrollando en la primera ronda electoral y fue el  primer momento en que apareció  a la cabeza de la encuesta más importante: el primer domingo de Febrero día de las elecciones.

El PAC, que ninguna casa encuestadora durante la primera ronda lo dio como un partido ganador, fue el que al final se favoreció de la campaña de desgaste del PLN y que canalizó el voto de los descontentos en toda esa campaña del miedo. Una vez colocado a la cabeza de la lista para la segunda ronda fue un golpe muy fuerte para  el candidato del PLN, al darse cuenta que su propia estrategia política había producido un adversario al cual le sería muy duro de vencer, toda vez que había agotado los recursos financieros, había expuesto todos sus recursos intelectuales y organizativas y no había logrado su objetivo de ganar la elección en primera ronda.

EL CASTIGO DE LA CAMPAÑA DEL MIEDO.

Los resultados electorales para el PLN son desastrosos; si lo vemos en perspectiva histórica, el más bajo de los resultados electorales que haya alcanzado candidato alguno desde 1953; en 60 años de lucha electoral, por primera un candidato obtiene menos de un 30 por ciento de los votos válidos, y además el electorado castigó al PLN con la fracción legislativa más pequeña de su historia electoral, 18 diputados. El revés de esta campaña fundamentada en conceptos tomados de la derecha de Latinoamérica, disgustó al elector costarricense y lo llevó a buscar dos fuerzas que fueron las que mejor canalizaron los miedos de una campaña: el PAC, que ganó la primera ronda y está a un pasó ya de consolidar su primera experiencia en el poder Ejecutivo, y el Frente Amplio con 9 diputados electos y pasar de resultados electorales de un 2 por ciento a un 17,4 por ciento y ser el ganador moral de la primera ronda.

JOHNNY ARAYA MONGE EN UN 05 DE MARZO  DEL 2014 PARA NUNCA OLVIDAR.

Ayer,  mientras Araya Monge revisaba el comunicado que leería delante de los medios de prensa nacional, partidarios del PLN entonaban al himno a don José Figueres Ferrer (Don Pepe), no obstante, nada hizo retroceder al candidato presidencial del PLN de su intención de no hacer más campaña política; por primera vez observaba los resultados desastrosos de su prepotencia reflejados en encuestas cuyos márgenes lo ubicaban muy por debajo del 29,4 por ciento de los votos de la primera ronda. Seguir hacia una segunda ronda era un suicidio asegurado, por primera hizo caso a sus asesores y optó por abandonar la contienda electoral y comprender que el continuismo del PLN era un sueño imposible. Lo que no reconoció explícitamente es que su derrota se gestó en su propia estrategia de campaña, puesto que sus alianzas con los otros candidatos para atacar al Frente Amplio fortalecieron a Luis Guillermo Solís, quien encontró el camino libre para realizar su campaña política y pasar  de “conózcame soy Luis Guillermo Solís” a un slogan más elaborado: “su voto es el  que me falta” y finalmente “¡con Costa Rica no se juega!”.

Y le suele suceder a estas personalidades como Johnny Araya que todos consideran muy fuertes, y que saben tomar decisiones, toda su campaña fue una ficción montada sobre 22 años de una gestión muy cuestionada en la alcaldía de San José y en los contenidos ideológicos apuntando al adversario con prepotencia y con mentiras; sí, aparentan ser tan fuertes, pero de sorpresivamente ayer leía su discurso lleno de incertidumbre, lleno de soledad, y con su orgullo por los tobillos. Ayer, tomó conciencia que su candidatura fue un fiasco.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.