to a la ciudadanía que, con los permisos pertinentes, celebraba un acto pacíficamente”, afirman sus organizadores en su sitio web: http://marchasdeladignidad.org/.

Al menos noventa heridos y unos treinta detenidos se han producido hasta el momento.

Lo que extraña, es que en este caso los costarricenses al igual que muchos de otras nacionalidades no han dicho ni una sola palabra por las redes sociales contrastando con la masificada participación que han mantenido y mantienen hasta el punto de saturación de las redes y de nuestras mentes, con el caso de Venezuela, ante la que no han dudado y sin investigación alguna, en culpar al régimen venezolano y calificarle con toda clase de epítetos.

En el caso de España, los medios de comunicación internacionales al unísono han calificado como los agresores a los participantes de la gran fiesta- protesta que se llevaba a cabo y por causas muy justas. Nuestros medios… “han guardado silencio sepulcral” y las redes sociales son el sepulcro mismo.

¿Cuál es la diferencia sería la pregunta clave? La respuesta con suma facilidad y claridad fluyó: en España los agresores (la policía) son de “derecha” y en Venezuela los agresores (“manifestantes”) también son de derecha, mientras que la policía es de izquierda.

En conclusión: si es usted de derecha, dese gusto garroteando a los de la izquierda, pues recibirá propagación gratuita por medios y redes de su heroico acto y le sobrarán los excelentes comentarios y hasta bendiciones. Pero si usted es de izquierda, tenga cuidado, no se defienda porque los garrotazos pueden ser más fuertes; mejor deje que lo garroteen sin mover ni un pelo y quizás logre que la golpiza sea más leve.