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Balance de una campaña electoral presidencial Costa Rica 2013-2014 - TicoVisión |
Publicado en 01/04/14 a 08:38:53 GMT-06:00 Por Administrador |
No hay que tener una bolita de cristal para saber que Luis Guillermo Solís Rivera, se alzará con una muy merecida victoria. Pero en el análisis político no solo interesan las victorias, sino todos aquellos elementos... presidencial Costa Rica 2013-2014 1 de abril de 2014.- No hay que tener una bolita de cristal para saber que Luis Guillermo Solís Rivera, se alzará con una muy merecida victoria. Pero en el análisis político no solo interesan las victorias, sino todos aquellos elementos nuevos que fueron marcando el derrotero de una contienda iniciada desde el arranque mismo del mandato de la actual presidente Laura Chinchilla Miranda. Tan acostumbrados a gobernar, pensaron que sería posible un tercer mandato del Partido Liberación Nacional (PLN). AL PLN, los hechos de una campaña le dieron en algunas circunstancias, argumentos para creer que sería posible; hechos coyunturales, triunfos pasajeros y en el fondo la tradición tejería otro final para esa historia. De la soberbia a la humillación de Johnny Araya Monge. Antes de la renuncia de Araya, de todos los aspirantes a la candidatura del PLN, nadie pudo oponerse contra el ex alcalde de San José, expresidente de los Juegos centroamericanos y creador del barrio chino, del festival de la luces y de cuanto juego de artificio pudo inventar. Dejó relegados a los contenderos internos de su partido y con ese mismo naipe marcado quiso jugar en la elecciones nacionales; pero el electorado le dijo un no. Fue un no, si bien cierto no contundente, ni que lo dejará nocaut, no, la diferencia electoral al final fue de muy pocos votos en la primera vuelta con su rival Luis Guillermo Solís. Fue muy sencillo, Johnny erró como rival mientras cuando con su “campaña del miedo” atacaba en forma encarnizada a José María Villalta, con quien según su equipo de campaña, se vería en una segunda ronda. Los cálculos fallaron y las encuestas también, Luis Guillermo Solís seguía creciendo en la opciones del electorado y al final el mismo miedo que había generado Araya Monge se apoderó de él y de su partido como un boomerang. De manera irresponsable e inexcusable, renunció a hacer campaña electoral para la segunda ronda. Hechos sobresalientes de la campaña electoral: la llamada “campaña del miedo”. Rodeado de un equipo de artífices de la mentira y de las campañas sucias y sin contenido, el equipo de campaña de Araya Monge asustó con vaina pero sin machete; se dedicó a ridiculizar las propuestas de los otros candidatos, notablemente las del Frente Amplio, la ridiculizó, creó pánico en los inversionistas y en los sectores más pobres de la sociedad; cálculos conservadores indican que esa campaña en la que gastó todo el presupuesto del PLN para la misma, pudo haber reducido la votación real del Frente Amplio en un 50 por ciento, y ciertamente lo sacó del primer lugar; pero sin dinero, el PLN no podía hacer frente a un adversario que en su ruta de la alegría había gustado al electorado. De renuncias y renunciantes. En el proceso electoral hay datos que quedan para la memoria histórica y que no deberíamos olvidar nunca; la carta del Dr. Rodolfo Hernández es una pieza para analizar el germen de la campaña sucia, del espionaje dentro de la filas del Partido Unidad Cristiana (PUSC), de una estructura partidaria que había sido ya vulnerada por espionaje interno del PLN en complicidad con altas figuras del PUSC, lo que confirmó una estructura multipartidaria que se había llamado PLUSC; es decir, una alianza de fuerzas perversas que querían seguir montados en el poder, saqueando la hacienda pública. El Dr. Hernández Gómez, renunció a su campaña presidencial, y en ese momento todavía Araya Monge se quitaba un peso electoral del mayor partido opositor al PLN desde 1953, y en ese acto, el mismo PUSC, firmó su acta de deceso en esta campaña; fue un contendor menos, y si bien es cierto, posteriormente el señor Rodolfo Pisa R., tomó su lugar en la campaña, su estilo nunca terminó de gustar al electorado de su partido. El último renunciante, fue nada menos que el candidato del PLN, el soberbio ex alcalde de San José, quien el 05 de marzo del 2014 depuso sus actividades electorales y renunció a ocupar la silla presidencial, dejando el camino libre a Luis Guillermo Solís Rivera del Partido Acción Ciudadana. Ya para Noviembre y Diciembre del 2013, la campaña se enciende. Habiéndose liberado de los precandidatos contrincantes dentro de su partido, el único escollo que miraba Araya Monge era el candidato del Frente Amplio, José María Villalta, un joven candidato salido de la izquierda que con propuestas honestas asumió un rol que supo depasar las expectativas electorales de propios y extraños, ya para estos meses llegó a alcanzar hasta el 34 por ciento del electorado y era previsible una segunda ronda y ahí fue donde vino la apuesta del PLN, de desbancar a Villalta de ese primer lugar, de disminuir su caudaloso electorado con los miedos y fantasmas del comunismo, aunado al contubernio con los medios de prensa siempre proclives al PLN por los muchos beneficios que han obtenido; una prensa poca crítica, nada analítica, mentirosa, magullera. De ahí en adelante todas las baterías y la carga pesada de millones de millones en dinero, fueron en contra del Frente Amplio. La campaña fue tan mentirosa que termino apoderándose de sus propios creadores. Araya apuesta al viejo estilo de hacer política. El PLN, acostumbrado a contar con un séquito de pega banderas, que son muy eficientes en la distribución de los símbolos externos, como colocar banderas verde y blanco en los techos de las casas, o bien en los automóviles, elementos que regalan a manos llenas; los llamados “diarios al electorado más pobre”, acostumbrados a movilizar muchas unidades de transporte, y mucho efecto visible sobre los lugares de votación, fueron fieles a sus viejas estrategias de campaña que le habían deparado la mayor cantidad de elecciones presidenciales, ¡cómo renunciar a un estilo de hacer política que había sido exitoso!. Pero no midieron muchos elementos, como la ruptura del viejo pacto PLN- Oposición al PLN, esa campaña dejaba por fuera los electores más jóvenes y sin los viejos temores de un período histórico ya superado por los costarricenses, como lo fue la Guerra Civil de 1948. Crear una campaña con esos ejes, los excluyó y no les habló de qué hacer ante una situación tan grave como es el sector empleo para esa juventud excluida, desempleados que viven de las regalías de sus familiares, muchos de ellos hasta con diplomas universitarios. ¿Renunciar a las concentraciones masivas de electores? Fieles a su viejo libreto, Araya Monge pidió a los alcaldes del PLN, organizar lo que se llaman concentraciones de fuerza, y estos las hicieron, pero los alcaldes no tienen la imagen de notables en sus comunidades, muchos de ellos han sido ya cuestionados por las comunidades que los eligieron. Pero si se hicieron las viejas concentraciones de fuerzas y esto fortalecía el ego del candidato que se sentía ganador. Al punto que se dio el lujo de no asistir a debates importantes de comparecencias con sus similares; Araya Monge evitó exponerse al cuestionamiento de los sus oponentes, no estuvo en los debates televisivos, prefirió invertir fondos en sus campañas publicitarias masivas que le hacían parecer estar solo, y en las que hablaba de lo mucho que había logrado en su gestión en la alcaldía de San José. El fallo de las casas encuestadoras. Fue notorio que en esta elección, que al cerrarse ya la segunda veda electoral, todas las casa encuestadores no acertaron los resultados, el 02 de febrero del 2014 los datos de los cortes del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), así lo dejaron ver; ante el asombro de propios y extraños, Luis Guillermo Solís se impuso al candidato Araya Monge por un estrecho margen de 1 punto y centésimas. Y ese fue el gran susto de Araya Monge, cómo enfrentar al politólogo de la Universidad de Costa Rica, al que su equipo de gobierno no le daba ni un tercer lugar. El desconcierto fue tal que Araya Monge perdió su fuerza y compostura, su visión de político, dejó la tradición de su partido, de sus fundadores y en un acto de cobardía, viendo solo la inmensa inversión gastada en campaña electoral, no atinó más que a retirarse de manera simbólica. Los grandes perdedores de esta campaña. Hay que hablar de ellos porque algunos seguirán vivos en política, son hombres tozudos a los que les encanta el poder. Los partidos confesionales seguirán presentes en la Asamblea legislativa pero su campaña electoral fue deficiente, carente de ideas, ultraconservadora, algunos de esos nombres no se volverán a escuchar, y solo cuentan con el voto preferente de los fieles a sus cultos y rituales religiosos, seguirán siendo partidos pequeños. El PASE, recibió una estocada mortal, su fuerte crecimiento en la campaña anterior los expuso a entrar en componendas con el partido en el poder y fueron arrastrados junto con el PLN a una derrota electoral. Oscar López será su única cara visible en la Asamblea Legislativa. La pregunta sigue vigente ¿Para qué elegir a estos diputados cuyos ejes de campaña son temáticos y los puede cubrir el programa de un partido realmente sólido y organizado? Las respuestas electorales van marcando el sendero de estos pequeños partidos personalistas. El Movimiento Libertario, el gran aliado de Johnny Araya Monge, cuya campaña política fue idéntica, apostaron al miedo y solo se asustaron ellos mismos de las respuestas del electorado. Y al fin el electorado abrió los ojos. Ante un renunciante que solo sabe trabajar con medios económicos excesivos, derrochar en política el dinero del pueblo, sin ideas y sin las fanfarrias de esa alegría postiza, se fue fortaleciendo la imagen de ese hombre que no renunció nunca ni cuando apenas las encuestas lo colocaban en el margen de error; trabajo todos los días, salió a distribuir el programa de gobierno, habló con cientos de miles de costarricenses, se mantuvo siempre activo en las redes sociales, dio entrevistas a todos cuantos quisieron preguntarle de temas simples y complejos, siempre dijo su verdad, en unas respuestas agradó a muchos en otras menos, pero fue valiente, siempre dio la cara y mostró su carrera limpia. Concluido el proceso electoral, Luis Guillermo Solís se apresta para recibir la cosecha de una campaña ingeniosa, donde recorrió el país, camino por cientos de pueblos, en otros corrió pero en todos dejó su mensaje y socializó. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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