unidense desde el país cayeron en el 2010, tras la crisis global. Pero las exportaciones se recuperaron durante los últimos dos años. Los productos clave que producía Intel eran: Chips fabricados aquí y que son el principal producto que el país vende al extranjero.

La Firma Intel, despedirá a 1.500 empleados; 1.200 conservarán sus puestos.

En términos del impacto en el producto interno bruto (PIB), un 20 por ciento de las exportaciones costarricenses provenían de las operaciones de esta multinacional. En el 2013, la firma vendió componentes por $2.385 millones.

EXPERIENCIA COSTARRICENSE EN LA FIRMA DE TRATADOS DE LIBRE COMERCIO (CAFTA)

Las nuevas condiciones del mercado mundial con el proceso creciente de una más vigorosa actividad llevó a las grandes potencias a idear fórmulas comerciales más complejas que se pasaron a llamar “tratados de libre comercio” Cuando se presentó a discusión el  Tratado de Libre Comercio  entre Estados Unidos  Centroamérica y República Dominicana (Cafta) o el TLC en castellano,  después de una discusión previa se pensó que una vez aprobada la ley de referéndum parecía una buena idea la de someter a consulta popular este nuevo tratado comercial, y así fue acordado.

De manera que un “No” o  un “Si”, en un referéndum, establecería la aprobación de un extenso documento de más de 2000 hojas. En realidad esos documentos que firman hoy día y que se llaman tratados de libre comercio van más allá de un  tratado comercial, son documentos que contienen materia compleja, difícil de digerir por los propios especialistas que tienen puntos de vista encontrados. La idea de que el tema fuera llevado a consulta popular, no es mala, todo lo contrario, lleva implícito el concepto de que el pueblo puede tomar decisiones trascendentes sobre su vida económica.

El llevar el tema a un referéndum fue una posición sana y correcta, iniciativa de diputados con visiones democráticas que no pensaron en  las consecuencias políticas de llevar a referéndum un tema que fue el caballo de batalla de la Administración Arias Sánchez. Cuando el  Tribunal Supremo de Elecciones acogió la petición del diputado José Miguel Corrales, el presidente se frotó las manos, porque sabía que le habían puesto en sus manos el arma que necesitaba para salir del atasco político que ha enfrentado en  su segunda administración.

El hecho de que el CAFTA fuera objeto de un referéndum, sacaba el tema de la corriente legislativa y le permite con la ayuda del trío conformado por Alicia Fournier, Fernando Sánchez y Kevin Casas (Recordado por el “Memorando del Miedo”), lanzarse en una campaña de manos sucias a comprar y engañar conciencias.  

Lo único positivo de la campaña para el referéndum fue que al someterlo al escrutinio popular se generaron campañas informativas a toda escala. El tema fue asumido directamente como un proyecto de la propia administración de Oscar Arias Sánchez. Esto hizo que  el gobierno y su partido cayeran  en una confusión de roles entre dos instancias que deberían ser diferentes; el gobierno y el partido. Pero en este caso fue evidente cómo el presidente Arias Sánchez se alineó de inmediato con el Sí, lo que significaba ir en contra de los costarricenses que se oponían a la firma de este tratado.

De igual manera los ministros de Estado se involucraron en una campaña maquiavélica a favor del CAFTA, haciendo proselitismo, y olvidando su tareas primordiales, era frecuente escucharlos en los  medios de comunicación. Ya desde este momento fue notable como se desvirtuó el rol del Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART), convirtiéndolo en apéndice de los  puntos de vista del gobierno.

De igual manera, la administración utilizó los gobiernos locales en su afán de ganar el referéndum, y mancilló  la autonomía municipal, obligando por unos pesos más a que 85 alcaldes aparezcan en una reunión apoyando las peticiones del gobierno de Arias Sánchez.

Y de repente dos enanos políticos que nadie conocía 5 años antes, sin pasado ni presente político, se convierten en los nuevos adalides del presidente Arias Sánchez. Uno de ellos su ministro de Planificación y Política Económica, Kevin Casas Zamora y el otro es  el primo del propio presidente, Fernando Arias, que es el diputado que nadie conoce en la provincia que lo eligió. Estos maquiavelos a la tica, ya famosos por haber redactado  un  informe del debe y haber, para enseñarnos cómo se usa y se abusa del poder en aras de ganar un referéndum.  El famoso  “memorándum del miedo”, en una página ponían en blanco y negro las ideas más atroces de como ejercerían la coacción política contra aquellas autoridades y notables alcaldes que no se alineen con la posición oficial. Estableciendo las sanciones que los privaría de las transferencias presupuestarias  y se estableció que el  encargado de ejecutar  estas sanciones  sería el contabilista privado de Arias Sánchez, su ministro de Hacienda para ese entonces  el Lic. Guillermo Zúñiga.

Por eso fue importante el referéndum, ya que pese a esos miedos infundidos desde el centro de poder, el gobierno de los  Estados Unidos y sus agencias de información, y los representantes en Costa Rica, el gobierno de Arias Sánchez y su partido, el partido Liberación Nacional,  siempre será digno de recordar que un porcentaje muy elevado del pueblo  asumió con firmeza votar “No al TLC”,  y eso le devolvió la fuerza moral al pueblo para pensar que el experimento valió la pena.

Que la campaña a favor del “Si”  la haya encarnado el propio presidente, a través de infinidad de programas y visitas donde aparecía regalando viviendas al lado de sus acólitos los mismos mediocres de hacía 20 años, solo que más viejos y con más deseos de afianzarse en el poder y enriquecerse a costillas del trabajo de este pueblo.

La forma en que se organizó el referéndum fue una desvergüenza y es entender que en nuestra sociedad no se pueden organizar estas consultas populares en las condiciones deseables que demanda la democracia.

Los que plantearon la idea de realizar un referéndum sobre el CAFTA,  tenían otra idea y pensaban en otro proceso de enfrentar la discusión, pero el presidente Arias Sánchez y su gente todo lo que toca lo ensucia con una Sala Constitucional presta a lamer sus botas, con un Tribunal supremo de elecciones sumiso y complaciente que no le dejaban posibilidades pueblo.

La verdad es que las condiciones fueron muy adversas para los que se oponían al CAFTA, ya la discusión fue sesgada. Como ir a un referéndum donde la edición del documento fue restringida. De eso se han válido los que siempre han vendido a la Patria, los mismos que firmaban los Contratos ley, sí, aquellos como el de ALCOA, y que quisieron revivir con el “COMBO del ICE”, esos mismos grupos de ricachones que compran la conciencia de algunos profesionales, notablemente periodistas y abogados, para que en un minuto confundieran al pueblo que sigue careciendo de conducción política.

La desvergüenza esta institucionalizada en la clase política de este país. En esos que quebraron la CCSS y que desearían vender al ICE y al INS. Desvergüenza que ha continuado la inseguridad de los habitantes del país y la narcotización de la clase política. La desvergüenza es dejar que las nuevas generaciones de jóvenes se pierdan en las trampas de las nuevas drogadicciones. La desvergüenza es vivir en estado de sitio, así vivimos hoy día en Costa Rica.

Estas minorías silenciosas, nos dan fuerzas para pensar que hoy como hace 200 años, es posible vencer con una gran dosis de valentía popular. Hoy Intel y Bank of American nos envían una señal, el llamado libre comercio nos puede conducir a una dependencia externa y nos puede causar estos vaivenes de afectaran en esta oportunidad a cerca de 3.000 asalariados de niveles medios y altos y afectar el rendimiento económico del país en sus índices de productividad.

Y pensar que la principal labor de la ministra de Comercio Exterior, Anabelle Gonzales Campabadal, fue la de formar tratados de libre comercio por doquier y que el aperturismo de la economía costarricense se consolidó en esta administración sin imponer salvaguardas para la economía costarricense que protejan la economía en caso del cese de las actividades de estas multinacionales cuando abandonen nuestro territorio.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.