se generaliza el mundo de la palabra impresa en papel o sobre la red, se debilita. Hay una competencia cruenta de la imagen contra la palabra, y ya lo decía el refrán “una imagen vale más que mil palabras”, y ese es justamente el reto de nuestra época: el reto de la imagen a la palabra.

Pero hay otros factores internos y propios del periódico que lo llevan a estancarse en la búsqueda de nuevos lectores. La abundancia de medios de información, hoy cada ciudadano es un informante; el uso de cuentas de correo, de blogs, redes sociales y de sitios web especializados, llenan al lector de abundante información.

Por supuesto que en cada país la crisis del periódico tiene particularidades y no va al mismo ritmo, pero si hay una tendencia marcada a la baja más o menos generaliza. De hecho no se crean nuevos periódicos, todo lo contrario, muchos periódicos locales se cierran o se pasan a la versión digital.

Y ¿qué sucede en Costa Rica con el periodismo “chatarra”?

Recuerdo que el sempiterno director del Semanario Universidad, Lic. Carlos Morales, solía utilizar la expresión “periodismo corrongo” para referirse a aquel periódico que nos daba noticias sobre lo banal; la verdad que al principio me parecía la palabra adecuada para denominar lo que hacían muchos columnistas en Costa Rica en casi todos los periódicos, hoy día yo preferiría hablar del “periodismo chatarra", que es una profundización de la corronguera, y me fundamento en que el viejo periodismo clásico de notas y noticias rosas está en plena crisis y que ésta crisis cubre buena parte del llamado “mundo occidental".

La crisis las provocan muchos factores internos, se escribe sobre temas que no interesan a un público que les interesa cada vez menos la vida rosa de otros, toda vez que ellos viven su “vida en rosa”. La inclinación ideológica de la prensa mundial que informa de las guerras, la muerte y los atentados transfigurando los actores sociales y exacerbando odios y temores. Hoy día un buen lector puede estar bien informado sin necesidad de recurrir a un periódico. Los medios de prensa dejaron de ser los medios idóneos para mantenerse al día sobre la realidad local, nacional y mundial.

El rol de los medios alternativos de información.

De hecho en el mundo de la información, la actualidad palpitante se  obtiene en los sitios actualizados sobre temas específicos que están en la red. Y en otros casos, muchos casos, las redes sociales anticipan las noticias que luego veremos en los periódicos y tele-diarios.

¿Qué fue lo que cambió?

Son muchos los elementos que han cambiado, pero sin obviar el rol de primer orden que juega la red internet, pero más que la internet está el contenido de la noticias que han dejado de interesar al público lector por una razón, porque el público hoy mismo es un productor de información, aunque siempre lo fue a través de las notas que siempre se basaron en entrevistas. Pero hoy, antes de dar una entrevista se puede escribir el hecho que nos llama la atención, o se pueden tomar imágenes de una noticia en desarrollo a través de un teléfono con cámara digital.

Y las nuevas modalidades que popularizan la internet, como los blogs, convierten al usuario en un informador más que un informante. De esta manera y con públicos más reducidos, los famosos blogueros especializados en temas que son de su dominio, han proliferado y han atraído a nuevos tipos de lectores. Además, el productor del blogs y el lector del mismo son una comunidad de intereses y eso pasa por una comunicación rápida y ágil que bien podría pasar a la aclaración y respuesta a una inquietud hasta en una vídeo llamada.

La vieja prensa chatarra se quedó con sus viejas salas de redacción llenas de periodistas frívolos que se creyeron poseedores de la verdad y según lo anuncian los nuevos tiempos:

"En los últimos años han confluido múltiples factores que explican la degradación mediática. Se le suelen achacar a Internet buena parte de los males, pero el problema no se limita a la influencia de la Red. De entrada, prácticamente todas las empresas periodísticas (prensa, radio y televisión) se hallan en quiebra. No generan ingresos, siquiera para cubrir una décima parte de las deudas contraídas. Pero como estas empresas producen información, cuentan con capacidad para configurar la opinión pública y construir realidades". (Poder, banca y medios de comunicación: crisis del periodismo – TicoVisión)

Así que debemos prepararnos para nuevos tiempos con nuevos actores sociales, y la prensa y su contenidos tienen ya muy poco margen de maniobra para re-inventarse.

Estos son los bueyes con que araremos en el campo de la cultura.

La brecha cultura podría ser mayor que la brecha económica, somos un país de gente que sabe leer pero que no tiene el amor por la lectura. Las cifras son espeluznantes, sabemos leer pero no tememos amor por la cultura, y menos aún por la lectura.

Revertir este panorama, demanda un nuevo estilo de impulsar la lectura o, ¿será que haber dejado de leer no tuvo consecuencias visibles? El país vive con generaciones de ilustres iletrados, se aprende de “a oídas”, se utilizan más horas viendo televisión y viendo la vida farandulera de personajes sórdidos enredados en sus telarañas sentimentales.

Las estrategias seguidas por las autoridades de cultura y educación no han rendido su frutos y el panorama sigue siendo desolador. Hemos invertido en educación, pero ésta no ha logrado sus objetivos, y el asunto es que las cifras cubren a estudiantes, maestros, y personal involucrado en educación.

No hay ninguna estadística que nos diga que un país se pueda desarrollar sino tiene el gusto y la práctica de la lectura. Medios periodísticos están involucrados en este estilo superfluo de cultura, por eso los lectores se han distanciado de la lectura; esas páginas rojas de los medios de comunicación donde se desangra un país, esos titulares que rayan lo grotesco, en lo grosero y en lo vulgar.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.