San José, 30 de abril de 2014.-  El 1 de Mayo es una fecha realmente emblemática para los costarricenses y para la clase trabajadora del mundo. Para nosotros los costarricenses tiene un doble significado que nunca debemos olvidar. En el orden de los acontecimiento debemos todas y todos celebrar que en un 1 de mayo de 1857, se dio la rendición del filibustero William Walker, que representa las fuerzas esclavistas que querían dominar Centroamérica para apoderarse del paso interoceánico que era la llamada vía del tránsito, vía que permitía que la parte este y Oeste de los Estados Unidos pudieran poblarse.

Para los costarricenses es entonces una lucha por su soberanía sobre los territorios legítimos heredados del coloniaje español, y a la vez  este 1 de mayo es la fecha cumbre en que nuestros soldados de manera solidaria impidieron que el imperialismo de los Estados  Unidos echara raíces en tierras centroamericanas.  

Recordamos a los  caudillos de la gesta heroica de 1856, la más grande nuestra historia nacional, y no dejaremos nunca más de recordar al valeroso presidente Juan Rafael Mora Porras, a su hermano José Joaquín Mora Porras, jefe militar del ejército de Costa Rica, y al general José  María Cañas, y a un pueblo  henchido de libertad que junto al ejército, logró preservar las bondades de estas tierras para nosotros los hijos que aquí habitamos, y que hemos sabido construir una patria de libertad, tolerancia y respeto.

Fuimos el país más golpeado por la guerra, pero supimos alzarnos con los triunfos militares cada una de las batallas que enfrentamos.  Ganamos una guerra crucial, nuestros tatarabuelos derramaron su sangre por la noble causa de no ser nunca esclavizados por las ideas imperialistas venidas del norte. Pero como vencedores de la guerra fuimos magnánimos en la misma, no nos dejamos ninguna tierra donde nuestras fuerzas militares y campesinos combatieron. Que aprendan los gobiernos militares del norte, de nuestro vecino país que somos grandes en los campos de batalla y que sabemos respetar las fronteras convenidas con nuestros vecinos.

Para William Walker,  el 1 de mayo de 1857 fue el principio del fin de los sueños de anexarse los territorios aledaños a la Vía del tránsito, cuando tuvo que rendirse en Rivas, sitiado por fuerzas de los ejércitos de Costa Rica, Nicaragua y Guatemala.

Para entender por qué Walker tuvo que rendirse, hay que considerar que la ofensiva  del  ejército  costarricense  en  el  río  San Juan,  comandada  por  José