El perpetrador, un hombre de 50 años de la ciudad de Afula, fue detenido y acusado por tentativa de asesinato. "Ataqué a terroristas negros," dijo él a la policía después de su detención.

Sin embargo, el Tribunal de Distrito de Tel-Aviv paró la causa contra él agresor en el mes de febrero, pidiendo su confinamiento a un hospital psiquiátrico, pero esto no terminó la pesadilla de la familia.

Medio año ha pasado desde entonces, y la vida “Ha sido un infierno" para Yardenus, su marido Mulo y sus otras dos pequeñas hijas.
  
"Incluso ahora no puedo creer que esto nos pasara. Sigo pensando en aquellos momentos, y todavía estoy asustada y con miedo de salir de mi casa," dice Yardenus. Su hija de tres años, que atestiguó sobre cómo fue apuñalada su hermana, tiene problemas para dormir y constantemente se despierta gritando. "Ella a veces dice que 'ella sangra', y se asusta cuando la gente blanca la vuelve aver", manifiesta la madre.

Después de pasar tres meses en el hospital, durante los cuales la niña fue sometida a dos operaciones, Rakeb fue transferida a una instalación de rehabilitación en Tel-Aviv, y todavía siguen recibiendo el tratamiento de consulta externa allí. Los efectos a largo plazo del ataque sólo se harán evidentes después de que los resultados de las pruebas sean analizados.

Después de haber sido dada de alta en reahabilitación el mes pasado, Rakeb ha comenzado a andar sola, pero con una cojera. "Ella no está tranquila y ella no duerme bien. Me gustaría que ella fuera capaz de dejar la casa y asistir a un cuarto de niños con otros niños su edad," dice su madre.

Debido a la ausencia completa de un sistema social y sistema de bienestar para los aproximadamente 51,000 buscadores de asilo que viven en Israel, la familia se encontró sin ningún derecho al cuidado médico o social. Los gastos médicos de Rakeb fueron pagados por el seguro privado de sus padres, pero no está claro qué tipo de tratamiento de rehabilitación adicional la bebé recibirá.

La familia afronta una situación económica severa. Durante los pocos primeros meses después del ataque, sus padres fueron encerrados en el hospital y no podían trabajar. Su padre más tarde volvió para trabajar, pero Yardenus ha estado teniendo cuidado de Rakeb en casa desde su salida de la rehabilitación y ella no tiene derecho a ninguna otra alternativa que la mejore, como una casa para niños con necesidades especiales.

Según el personal en ASSAF, la Organización de Ayuda para Refugiados y Buscadores de Asilo en Israel, que ayuda a la familia, la madre de Rakeb y la hermana sufren claramente de la tensión posttraumática.

"La familia está quebrantada," dice Keren, un voluntario de ASSAF que ha trabajado con la familia desde las puñaladas. "Esta es una niña que nació en Israel y quién fue apuñalada aquí, pero el estado no lo ve de esa manera".

---

1.- Ynetnews, es un diario israelí

2.- La traducción fue realizada por Julian Frech Ayub, de la fuente original: http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4534447,00.html