26 de junio de 2014.-  Qué está ocurriendo con nuestros principios cuando todo un país defiende a alguien que se comporta así. Uruguay estalló sintiéndose indignado y furioso contra, según ellos "la mafia de la FIFA". Resulta un poco curioso, que a nadie le importe en la forma en que se trato al pueblo brasilero mientras se preparaba el evento, (incluso se olvidan de sus penurias diarias) pero se rasgan las vestiduras y claman venganza por la postura tomada por los estamentos oficiales ante la actitud de su futbolista estrella.


Apenas conocida la sanción de nueve partidos oficiales y cuatro meses alejado de cualquier evento deportivo, el pueblo uruguayo se volcó contra la sanción impuesta alegando no se qué orquestación por parte de la FIFA al haber eliminado del mundial a Inglaterra e Italia tomando partido en las descalificaciones, hasta la propia ministra de Turismo y Deportes de Uruguay expresando su dolor y preocupación por la desmedida sanción a Suárez.


Otros políticos menos comedidos, como la oficialista del Frente Amplio Mónica Xavier, no dudo en descalificar la sanción diciendo que “es como un linchamiento en el siglo XXI”, al tiempo que otro político y candidato presidencial, Pablo Mieres, colgó en la red que “los fantasmas de Maracaná son los de la FIFA” y que “algo huele a podrido en Brasil y es la FIFA”, alegando que Uruguay con Suárez no era negocio. De eso saben dijo.