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Centroamérica 2028: modelos y estrategias para su desarrollo - TicoVisión |
Publicado en 21/08/14 a 10:41:16 GMT-06:00 Por Administrador |
En los últimos veinte años, Centroamérica ha venido haciendo esfuerzos tratando de identificar diferentes modelos y estrategias para su desarrollo y el combate a la pobreza siendo el último la construcción de... San José, 21 de agosto de 2014.- En los últimos veinte años, Centroamérica ha venido haciendo esfuerzos tratando de identificar diferentes modelos y estrategias para su desarrollo y el combate a la pobreza siendo el último la construcción de megaproyectos aprovechando la oportunidad de la apertura de China en lo que se ha venido a llamar el Consenso de Beijing. Entre las propuestas de políticas y estrategias de desarrollo para el combate a la pobreza que los Presidentes Centroamericanos han venido firmando en diferentes Cumbres a nivel regional se encuentran la Alianza para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), el Plan de Reconstrucción y Modernización de Centroamérica, el Plan Puebla Panamá, el Proyecto Mesoamericano y los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las pautas generales de estos modelos económicos de los países centroamericanos durante la década de los noventa, estuvieron determinadas por el llamado Consenso de Washington el cual entró en un proceso de crisis sistemática pese a los intentos por una recomposición de su liderazgo. En el año 1994 en la Cumbre Ecológica Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, los Presidentes suscriben el documento llamado Alianza para el Desarrollo Sostenible, (ALIDES) que contempla programas y acciones a corto, mediano y largo plazo que delinea un cambio de esquema de desarrollo hacia la sostenibilidad política, económica, social, cultural y ambiental de las sociedades. Esta propuesta fue necesario revisarla ante las afectaciones por el Huracán Mitch en el año 1998 por la Estrategia de Desarrollo, Transformación y Modernización de Centroamérica en el Siglo XXI lo que dio origen al Plan Puebla Panamá y al Proyecto Mesoamericano. Posteriormente, en el año 2012, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Río +20, los Jefes de Estado y de Gobierno renovaron su compromiso en pro del desarrollo sostenible y de la promoción de un futuro económico, social y ambientalmente sostenible. Por otro lado, tratando de aprovechar las oportunidades comerciales y de inversión los gobiernos centroamericanos han firmado Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos (DR CAFTA) y con la Unión Europea (Acuerdo De Asociación). Según investigación de Amalia del CID del diario “La Prensa” de Nicaragua, una serie de megaproyectos se han difundido en Centroamérica que apuntan al mismo blanco: aprovechar una oportunidad histórica y construir el canal que va a complementar al de Panamá, que existe desde hace más de un siglo y ya se hizo muy pequeño y muy poco para el tamaño y la cantidad de buques que deben pasar de un océano a otro. (Ver archivo adjunto) De costa a costa, una carretera de cuatro carriles y un ferrocarril de doble vía surcará Guatemala y el país tendrá oleoductos y nuevas zonas industriales; Honduras contará con diez líneas de ferrocarril que saldrán del Caribe y llegarán al Golfo de Fonseca, que comparte con sus vecinos: Nicaragua y El Salvador. Nicaragua responderá con un canal húmedo, un canal seco, dos puertos de aguas profundas, dos aeropuertos y también zonas francas. Costa Rica tendrá una red de carreteras o “corredor logístico” que le dará gran rapidez al trasladar productos del Caribe al Pacífico. Detrás de todos estos proyectos aparecen empresas chinas, (Hong Kong Nicaragua Development Investment XinWei/HKND, Harbour Engineering Company Ltda (CHEC), ya sea como posibles inversionistas o como apoderados de grandes concesiones. Aunque solamente Costa Rica mantiene el reconocimiento diplomático, el resto de países, ha colocado a la República Popular China en los primeros puestos en sus relaciones comerciales. De lo anterior se deduce que los gobernantes centroamericanos se adhieren a la idea de haber encontrado oportunidades en el rol protagónico que ha venido desempeñando la República Popular China y que participar en el llamado “Consenso de Beijing” es el sendero para el desarrollo de la subregión. Aunque en el contexto estratégico internacional se pueda darle un sentido racional a estas propuestas su diseño, escala y enfoque están cargado por muchos desafíos en el orden político, técnico, social, medio ambiental, fiscal, seguridad e institucional. En el orden político, en America Central el reto sería establecer en forma suficiente la claridad a nivel nacional y a nivel regional sobre el funcionamiento y coordinación de todos estos proyectos para compaginar todas estas inversiones a las estrategias del desarrollo centroamericano, incluyendo prioridades estratégicas. Definir el papel del Sistema de Integración Centroamericano, como dejar claro el respeto a la propiedad y la soberanía de los países a través de un marco coherente que fija las pautas claras para la alineación y la propiedad. No se descarta la posición que pueda tomar los Estados Unidos ante estos proyectos y la afectación a su papel hegemónico en la región. Despejar la sensibilidad a las dimensiones sociales y de medio ambiente es crítico para asegurar que estos megaproyectos tengan resultados claros en el desarrollo. Esta tubería de megaproyectos debería remediar los hechos concretos de la población sin acceso a energía, facilidades sanitarias y falta de acceso al agua potable. Lo más significativo se encuentra en el orden del desplazamiento de comunidades constituidas principalmente por pueblos originarios afectando sus derechos ancestrales. Cumplir con las normas y salvaguardias que protegen los derechos humanos, la igualdad de género y las normas medioambientales. El imperativo de esta participación está contemplada en los “Principios de la Inversión Privada en infraestructura” de la OECD. Con relación al financiamiento, los fondos que los posibles inversionistas deben asegurar son significativos para el tamaño de la región centroamericana: Guatemala US$9,000.0 millones; Honduras: US$200,000.0 millones; Nicaragua:US$ 40,000.0 millones; Costa Rica: US$452.5 millones y Panamá US$1,600 millones. Definir los aportes de los gobiernos que sufren de retos serios fiscales y de capacidad de endeudamiento. Adicionalmente una preocupación perenne en estos países está relacionada con la corrupción y la fuga de capitales que podrían exacerbar los problemas de movilización del financiamiento necesario. Desde el punto de vista técnico, los países centroamericanos deberán armonizar sus políticas tecnológicas y asegurar la mano de obra debidamente calificada que sirva de contraparte al personal de las empresas ejecutoras de las inversiones. Otro aspecto a considerar es el referido a los aspectos fiscales en la coordinación en la concesión de incentivos fiscales, el impacto sobre las recaudaciones y el cuido de los espacios para elusiones y evasiones. De superarse todos estos desafíos, para el año 2028, Centroamérica contará con dos canales húmedos, dos canales secos y una supercarretera. Puede que para entonces también Colombia haya cumplido su sueño del canal seco y tal vez México ya tenga su “corredor transístmico”. Si todos los proyectos que por ahora avanzan en palabras y papel llegaran a consolidarse, el mundo asistirá a un hecho insólito: siete canales en una misma región geográfica, con un mismo fin: conectar el Atlántico con el Pacífico. |
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