A finales del pasado mes de mayo, el presidente Obama pronunció también su discurso en la misma Academia Militar, proclamando allí “la excepcionalidad” estadounidense, que según su opinión, es el “único país capaz de liderar el escenario internacional” para imponer orden y civilización en el mismo, de la misma forma que lo ha hecho en Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Yemen o Somalia. Todos maravillosamente ordenados “según los patrones democráticos” de Washington, y a bajo costo, solamente algunos cientos de miles de muertos. Y ahora pretenden esmerarse en hacer lo mismo con Ucrania, para de paso, involucrar a Rusia y detenerla en su recuperación como potencia de primer orden en un mundo que se encamina hacia la multipolaridad.

Su discurso en West Point, puede ser interpretado como un nuevo punto de partida de la “guerra fría”. Evidentemente, se trata de una contraofensiva, después de los fracasos sufridos en sus guerras en Iraq y Siria, y de no poder alcanzar sus propósitos en otros escenarios, para lo cual ha tratado de alinear junto a él a sus aliados de la OTAN, en la reciente cumbre celebrada en Gales. Allí, al parecer no logró el mismo grado de compromiso de todos sus participantes. La Merkel, por ejemplo, no ocultó su reticencia a enfrascarse en aventuras, tanto en Ucrania como en el Medio Oriente, temiendo posiblemente que Alemania sea la que tenga que desembolsar la plata que le falta a los otros europeos y se vea perjudicada por las sanciones a Rusia. “El horno no está para galleticas” parece que dijo.

Es muy sospechoso además, la vertiginosa velocidad con que han avanzado los del Estado Islámico. El autoproclamado califa Abu Bakr el Bagdadi, un iraquí que estuvo en cárceles estadounidenses en Iraq, se afirma que recibió para su espectacular despliegue, ayuda militar y económica de los servicios especiales de EEUU y del Mossad, además de entrenamiento y armas para su sanguinaria tropa, con lo cual eliminó o neutralizó a casi todos sus contrincantes. Cuando el senador John McCain, quien no es un senador cualquiera, sino un influyente político ultraconservador y destacado sionista, quien fue candidato a presidente por el Partido Republicano, visitó la región, se reunió con el califa Abu Bakr en algún lugar sobre la frontera turco-siria. Imaginan Uds. que un político de tal envergadura se reúna con el émulo de Ben Laden para ingenuas conversaciones. A partir de este encuentro, el avance de los muchachos del califa fue vertiginoso, casi hasta llegar a Bagdad. Algo le tienen que haber dado.

Se ha afirmado que el Estado Islámico es la organización terrorista que dispone de más recursos económicos en el mundo, (exceptuando tal vez de este listado solo a los servicios especiales estadounidenses y al Mossad). ¿Por dónde le llega este dinero?, ¿Cómo pueden comercial el petróleo que roban a mano armada de los yacimientos de Siria e Iraq y que dicen les sirve de financiamiento? Conozco las fronteras de la región y solamente con permiso o connivencia de autoridades turcas, desde hace muchos años se han movido a través de estas, cientos de camiones cisterna. ¿O estarán utilizando de contrabando el oleoducto que transporta el energético al puerto turco de Ceyhan, en el Mediterráneo?

Es muy difícil pensar que no hay complicidad de Turquía, país miembro de la OTAN, para permitir la actividad y el desarrollo del Estado Islámico. Su principal retaguardia además, la mantienen en la ciudad de Raqqa, muy cerca de la frontera turca, donde ahora, bajo el dominio del EI, hay paso libre entre los dos países.

¿Tiene el gobierno de Ankara una política contraria a la de Washington en relación con el EI ─lo cual sería muy difícil de creer─, o todo es parte de un macabro juego?

No puedo hacer menos que acordarme, cuando pienso en esto, del cacique ─que no califa─, Luis Posada Carriles y otros como él, con muchos muertos en sus cuentas, que desde La Florida, hace muchos años, cometen fechorías contra Cuba y demás países latinoamericanos, y reciben protección de la CIA y de terroristas mayores, entre ellos algunos bien ubicados en Washington, como la congresista Ileana Ross Lethinen, responsable de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, todos ellos afiliados al partido sionista, que es el que manda en ese país.

¡Y todavía tienen el cinismo de colocar a Cuba en el listado de países que protegen el terrorismo!