Todo esto viene con respecto al referéndum que aconteció en Escocia, que le dio el sí a la pertenecía al federalismo y el No a la autodeterminación.  Tampoco es que los que dijeron que Sí son los malos y los que dijeron que NO deban verse como fuerzas subversivas, son sencillamente dos formas de vivir la identidad de un pueblo que hace 3 siglos vive bajo la bandera británica y que en unas coyunturas siente que se ha fortalecido para independizarse y que la mayoría de sus coterráneos le niegan el paso  a ser una identidad Estatal con todos los elementos propios que significa ser un Estado.

No obstante y pese la negativa de sus propios habitantes, el NO a la separación o segregación, no implica que en años venideros se pueda volver a presentar esta consulta popular de mantenerse unidos a Gran Bretaña o formar casa aparte.

No obstante, y pese al haberse perdido el referéndum, hemos recibido una hermosa lección de civismo, de amor por el terruño, de identidad de un pueblo versus un Estado federado. Y no es que los que votaron el Sí, sean lo contrario, muy posiblemente privó un objetivo más inmediato, ¡el temor el cambio!, y es normal, el ser humano siempre ha temido a los cambios y no podemos negar la precisión de una prensa y de una clase política que siempre se alinea con las ideas más conservadoras.

Cuando uno estudia la geografía, se da cuenta que el mapa del planeta no ha cesado de cambiar a lo largo de los miles y miles de años, pero que nadie ha podido borrar esa identificación lugar y sociedad,  Hombre y terruño; ese sentimiento que todos lo llevamos, es una marca imborrable que nos hace ser de un lugar u tener que adaptarnos a otros escenarios fuera de nuestro terruño.

Los referéndums, son convocatorias coyunturales y solo nos dan una lectura momentánea, hay que dejar que la historia siga y solo ella nos dirá cuánto puede permear el espíritu federal versus el localismo.

En todo caso, cualquier especialista hubiera dicho que esas pequeñas identidades nacionales ya se habían borrado del planeta por un espíritu globalizador y por una economía mundo, pero parece que lo local se sabe encajar bien en esta etapa del librecambismo exacerbado.

Y tampoco los procesos unionistas deben ser satanizados hay procesos que bien guiados pueden crear  estados federados, toda vez que las identidades presentan enormes similitudes, lenguas y costumbres comunes. En fin, que el referéndum en Escocia fue y es una lección muy importante sobre el tema localismo, identidad y federalismos opresores.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.