resistencia de los insectos a los ataques de herbicidas plantean una mirada hacia el futuro cercano que nos deja pasmados.

Ciertamente nuestro planeta se caracteriza por el cambio, no obstante, el cambio climático es una variable humana producto de que una parte de la sociedad vive bajo reglas de consumo exorbitantes, y eso se refleja incluso en las nuevas enfermedades de esas sociedades, la obesidad, cáncer de piel, radiaciones de todo tipo nos afectan en nuestro diario vivir.

Ciertamente los países como Costa Rica, poco aportan a esos escenarios pero los efectos los sentiremos de igual manera, por eso es importante tratar de implementar medidas de mitigación tendentes a minimizar los efectos del cambio climático  sobre nuestra población.

El ordenamiento territorial como una opción.

En nuestro medio, además de los elementos del cambio climático tenemos otros elementos que afectan directamente nuestro clima, como el ENOS o “fenómeno del niño”, un calentamiento de las aguas del océano Pacífico. Los escenarios marinos costeros se ven fuertemente amenazados, ya hay pequeños poblados donde ha habido que sacar y migrar a grupos de familias, pero los escenarios a futuro indican un mayor impacto en zonas como la punta de Puntarenas, Caldera, el Pacífico Central, el lago Arenal y sus tierras adyacentes. En el Caribe ya hay evidencias en poblados como Sixaola y Cahuita del avance del mar sobre la costa.

Por ello hemos abogado por una política de Ordenamiento del Territorio, es decir, tenemos que pensar en evitar la vulnerabilidad de las zonas más expuestas a los riegos del cambio climático.

Por eso desde ya deberíamos evitar el surgimiento de poblados en las zonas costeras y para ello los planes reguladores en las zonas marítimas deben incorporar la variable de localización y re-localización de la población.

Hacia un estilo de vida sustentable.

De igual manera, el estilo de vida de vida de la población nos lleva a pensar en que nuestras gentes deben gozar cada vez más de un nivel educativo más elevado para que puedan asimilar lo que es vivir en el medio tropical, un medio por naturaleza frágil. Por ello el uso de energías limpias es vital para lograr solventar nuestras necesidades primarias. El consumismo de la sociedad es en mucho corresponsable del cambio climático, y debemos prepararnos para  ir generando un estilo de vida que se adecue a las condiciones de fragilidad de nuestros territorio.

Si en verdad nos preocupa el devenir de nuestros nietos y bisnietos; si de verdad tenemos visión de futuro, debemos desde ya empezar a forjar un estilo de vida más acorde con nuestro medio.

Nunca como antes las señales de que un cambio se impone en nuestros estilos de vida, han sido tan fuertes y quizá con talento podamos paliar en mucho los escenarios que nuestros muestran estudios científicos bien fundamentados.

El mundo tropical requiere de sociedades imaginativas, solidarias, frugales en su consumo para poder aspirar al bienestar común.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.