Y el tercer canal es el que podría eventualmente sacarnos del hueco financiero e incluso sacarnos del sub desarrollo. Cuando hay empresas transnacionales privadas que están dispuestas a hacer grandes inversiones y retribuirse con 30 años o más del usufructo de las obras, significa que estamos frente a un gran negocio y seguramente de grandes utilidades, y no pareciera lógico que un gobierno necesitado de ingresos le entregue ese negocio a la empresa privada extranjera.
 
Sabemos que el gobierno no ha sido un buen administrador, entonces podríamos concesionar la “administración” y no toda la obra ni entregaríamos el 100% de lo que se produce a manos privadas.

Específicamente en lo que a APM Terminals se refiere y a la huelga del sindicato de Japdeva, nos hemos creado la idea no tan equivocada de que los sindicatos hace mucho perdieron el norte, se llenaron de privilegios y hoy pesa más el interés particular por defender esos privilegios que el interés de la patria o el interés de la empresa que finalmente es la que hace posible que los trabajadores tengan un empleo.
 
Pareciera que hace falta un balance, y finalmente lo que debiera prevalecer es el interés por el bien común que incluye el bien de los trabajadores, el bien de Japdeva y el bien del país.


nuestro puerto está catalogado como uno de los más eficientes de toda América Latina, con una calificación de un 84% de operatividad eficiente, algo que pocos conocen o que la prensa NO informa.

Otro aspecto que se ha discutido y que sigue sin resolver, es el costo ambiental de dicho megaproyecto, los ambientalistas tienen su posición que obviamente es rebatida por APM Terminals y que será la Setena finalmente quien tiene la enorme responsabilidad de decidir si el proyecto es viable o no, desde el punto de vista ambiental.
 
Vale la pena ver lo que ha pasado con la concesión de la carretera a Caldera, una obra que no llena las expectativas de los usuarios y que tiene un costo altísimo su utilización por parte de los usuarios. Una inversión que seguramente ya fue retornada con creces y que todos los años que aún le quedan a la actual administración de la obra, Autopistas del Sol, será para engordar sus cuentas de bancos allá en España.

Hace poco surgió el planteamiento de construir la ampliación de la carretera a San Ramón con fondos de las pensiones, una inversión sana y totalmente reembolsable en el tiempo, un modelo que se ha puesto en práctica en otros países y que ha probado ser muy seguro, porque la plata existe pero está ociosa y es un capital que se puede usar para construir proyectos seguros como podría ser el caso de una ampliación y modernización del actual puerto de Moín.
 
Yo creo en Costa Rica, creo en que tenemos aquí la capacidad, las ideas, los cerebros, los ingenieros y la mano de obra calificada como para no necesitar que sean extranjeros los que vengan a usufructuar con lo nuestro. Nuestros ingenieros y empresas nacionales, más bien se encuentran laborando en obras de gran envergadura e importancia como la ampliación del canal de Panamá y otras obras de infraestructura en Honduras, El Salvador y Nicaragua.
 
¿Que se deben hacer cambios importantes?  ¿Que se deben renegociar las convenciones colectivas?  ¿Que quizá hay que quitar a ciertas personas?, SEGURAMENTE QUE SI, pero eso es viable, se puede lograr, lo que no se podrá después renegociar será una concesión mal pensada que se vence hasta dentro de 34 años.