La Cuba política es en sí, un enigma.  La culpa, en parte, radica en el famoso "Embargo", que privo a muchos de visitar Cuba, de acompañar al pueblo cubano en su calvario, en su lucha por subsistir.  Siento como que los abandonamos, quedándonos acomodados en el proceso de "Predicadores in absentia", actuando unos como paladines de la libertad, y otros enriqueciéndose, olvidándonos que conociendo las virtudes de la democracia, hubiéramos podido compartirlas con ellos, diciéndoles además, que no estaban solos.

Los Castro nos dicen que el "cacareado" embargo fracasó, y la verdad del caso, es que para ellos fue un rotundo éxito, económico y político, pues lo utilizaron, políticamente, culpándolo del fracaso de todos sus planes revolucionarios, y económicamente amasando durante el proceso un capital nada despreciable, con el que ahora emprenderán, como empresarios, su aventura en el mundo capitalista, al cual han abierto las puertas de Cuba, apuntando a la generosa "Industria Limpia del Turismo".


do y usando Taxis bicicletas, nos internamos en los viejos barrios y nos identificamos con su tristeza, pues eso era su más visible problema, se sentían abandonados. Viaje a Cuba con visa de periodista, vocación de siempre y profesión que en esos años, ejercía en el semanario hispano "Al Día" de Philadelphia, con mi columna "El Archivo". Ahora, con el tiempo, aprecio aún más la oportunidad de haber estado en su renacimiento turístico, que nadie mejor que los visitantes recientes nos lo pueden describir.

Comencemos con el relato de nuestra doctora, vecina y amiga: "Es la primera vez que arribo de día a la Habana, las dos anteriores fue de noche.  Todo está verde, hay campos sembrados, las vías se ven ordenadas y con un tránsito regular.  Me llamo la atención las especies de invernaderos, donde hay muchos recipientes cilíndricos de bambú colgando, me dicen que son cultivos hidropónicos de lechugas y otros.  Veo solo algunos carros antiguos, atrás queda mi recuerdo de una ciudad detenida en el tiempo, iniciando los años 60.

El hotel es grande, está a dos cuadras de la mar, frente están otros hoteles, entre ellos el Tritón y el Neptuno donde me hospedé hace 18 años, la primera vez que vine a Cuba a un congreso médico.


En el próximo Archivo, continuamos con la doctora y más adelante, con mi hijo, que es el más reciente en visitar la Perla de las Antillas.  Gracias por sus comentarios, que han aumentado y por favor reenvíenlo a sus amistades.