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Nuestros gobernantes y las finanzas públicas: decálogo de un mal gobierno – TicoVisión |
Publicado en 13/12/14 a 03:11:24 GMT-06:00 Por Administrador |
Hay un componente nefasto en nuestras fianzas públicas que tiene que ver con los elevados índices de corrupción política y que se expresa en los saqueos de la hacienda pública por la clase política... Nuestros gobernantes y las finanzas públicas: decálogo de un mal gobierno Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * No me detendré a teorizar sobre cómo se debe gobernar; los buenos gobiernos crean bienestar entre sus habitantes, esa es una premisa infalible. Lo más simple es que los Estados y los gobernantes que son quienes ejercen el gobierno de los pueblos requieren de ingresos para poder llevar a cabo su gestión. La riqueza de una nación depende de la capacidad de los gobernantes para invertir los impuestos recaudados. En el caso de Costa Rica, al menos desde la constitución del 1949, nos quitamos el fardo de los militares con sus juguetitos de guerra muy onerosos para el pueblo. Digamos que ahí hicimos y hacemos un apreciable ahorro. Hay un componente nefasto en nuestras fianzas públicas que tiene que ver con los elevados índices de corrupción política y que se expresa en los saqueos de la hacienda pública por la clase política; si los cuadros gerenciales robaran menos, tendríamos más dinero disponible para obra pública y ahí haríamos un segundo y sustancial ahorro. Esto afecta porque la clase política asume los negocios que deberían llevar a cabo los entes gubernamentales; menciónense los casos Caja- Fischel, asesorías, consultorías, concesiones etc. La incapacidad de los cuadros gubernamentales para ejecutar obra pública de calidad y en los plazos razonables eleva el costo original de los proyectos presupuestados, eso son los casos de las carreteras de circunvalación, de la ruta a San Carlos, de la ruta 1856 (frontera Norte), solo para mencionar algunos. En fin, que desde las cimas del poder nuestros gobernantes fueran probos, habría ya una buchaquita más para engrandecer el país, pero nunca lo han sido y es muy difícil que de la noche a la mañana se vuelvan, así que entonces, la solución más fácil es crear más impuestos. Por su parte, no todos los sectores de comerciantes, industriales, profesionales independientes, vendedores y proveedores de servicios quieren pagar alguna tasa impositiva; todos quieren quedarse con la plata en la bolsa sin soltar un cinco para el gobierno. Paso rápidamente por esos temas, pero ustedes conocen más casos de cómo podría hacerse mejor la función pública sin tener que afectar a la población a través de nuevas tasas impositivas. El déficit fiscal, las finanzas públicas, la inflación y… Como la diferencia entre lo que gasta el gobierno y los fondos que percibe vía impuestos se incrementa en forma creciente, se crea un déficit que para poder ser cubierto hay que pedir dinero prestado y poder así terminar cada período fiscal. Nos endeudamos de manera acelerada y eso tiende a hacer que en la economía de esa gran casa llamada Costa Rica, se produzca una mayor inflación, es decir todo mundo quiere cobrar más caros sus productos para solucionar su problema individual, suben las tasas de interés de los préstamos y de repente ya el dinero no alcanza y se produce la agitación social; unos se derrumban hacia la pobreza, otros hipotecan su futuro y otros caen en negocios oscuros…. Entonces claro, el gobierno piensa y sostiene que la única forma de solucionar toda esa efervescencia social, económica y política es aumentando los impuestos. En teoría económica hay otras soluciones, una sería producir más y por ende exportamos más, por lo que tendríamos más gente trabajando en dicha producción, percibiríamos más divisas en monedas fuertes y esto podría producir alivio a las finanzas; el inconveniente es que no es una solución a corto plazo. En todo caso esta medida es válida toda vez que hemos firmado tratados de libre comercio con una buena cantidad de países y esos beneficios no se ven, o no se reflejan favorablemente, todo lo contrario nos dan espejitos de vidrio y nosotros tenemos que dar nuestras divisas, lo que eleva el déficit fiscal… En fin, como las finanzas de nuestro hogar que es Costa Rica han sido mal administradas, hemos ido endeudándonos, no generamos empleo, comemos más de lo que producimos y estamos enjaranados y a las puertas de una crisis económica que se juntaría con la crisis de otros países a nivel global. Entonces sí que el cielo de esta pintura sería gris. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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