Debe quedar claro que ese no es el tema central del periodismo, ni lo era tampoco la  inmigración de ninguna nacionalidad. El eje central es el mundo de la política. He visto circular algunas portadas elegidas tendenciosamente sobre los temas religiosos que afectan al islam y al cristianismo, ambas religiones mayoritarias a nivel global y por ende con adeptos de una infinidad de países, razas y etnias.

Evidentemente las imágenes entresacadas son fuertes yendo más allá de la simple “sátira” y por lo tanto golpean a los creyentes religiosos y a personalidades como el Papa Francisco, por ejemplo, al profeta Mahoma y a la trilogía del cristianismo… pero insisto, ese no era el eje central de periodismo de Charlie Hebdo.

Y este es importante para entender que los productos culturales son en ocasiones muy propios de ciertos lugares del mundo, claro hoy día las ediciones digitales hacen posible que las imágenes sean vistas por públicos más numerosos.

De igual manera las ideas religiosos han evolucionado de manera desigual en el mundo,  en muchas partes de este, la secularización del pensamiento ha cobrado mayor fuerza  y en otras partes la religión ha jugado un eje de unión para otros pueblos.  No obstante debemos entender que tampoco es que el mundo musulmán sea un mundo homogéneo, cerrado en sus creencias. Ciertamente en algunos países la religión ha sido un bastión para la defensa tanto territorial como de identidad nacional. Sin embargo ningún conflicto se puede reducir a causas propiamente religiosas.

Lo anterior me permite decir que ciertamente las “causas religiosas” son tomadas como pretexto para golpear a algunas sociedades por concentrar una alta cantidad de inmigrantes  que proviene de una fe religiosa diferente a la de sus países de origen.   Y hoy  es frecuente en Francia, encontrar mezquitas,  sinagogas y todo tipo de sitios religiosos.  Y eso no es causa siempre de conflictos.

Detrás de estos conflictos como el atentado a Charlie Hebdo, se esconden intereses  siempre más profundos de grupos  extremistas y de países que apoyan esos grupos a través de venta de armas y explosivos y en ocasiones con el pago de sumas de dinero con tal de producir fisuras y fracturas entre los países.

El terrorismo de estos grupos beligerantes pueden producir un enorme deterioro y  una gran distorsión de la ideas que en esta caso lo han logrado, ya que nos han llevado a hablar de un periódico poco conocido en el mundo latinoamericano, a revisar sus portadas y a tomar posiciones muchas veces equivocadas sobre  “hechos sociales” de mayor complejidad.

Nos han llevado a discutir sobre imágenes que para encontrarlas hay que hurgar en ediciones anteriores del medio periodístico  y a tomar posición sobre las victimas y los victimarios.  Muy posiblemente los artífices de estos atentados estén riendo de tanto pensamiento dislocado que solo favorece esas causas de producir más y conflictividad en el mundo para vender más armas y crear más guerras que son finalmente su objetivo último.

Tan hábiles han sido que nos han llevado a hablar de libertad de expresión, de respeto religioso, de castigo a los creadores del medio periodístico  por no tener una visión como la nuestra y una justificación para los fanáticos religiosos que cegaron la vida de los periodistas. Los promotores del terrorismo internacional han de reír a mandíbula batiente cuando revisan la prensa internacional y las redes sociales, lograron su objetivo de continuar fisurando el mundo, mientras ellos cómodamente en sus salones admiran sus triunfos y planean nuevos golpes que alimenten sus ventas.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.