Con frecuencia hablamos del bien y el mal, de la libertad o la esclavitud, y de cómo y por qué suceden cosas tan inexplicables, como la destrucción de los pueblos, en pos de no sé qué creencias o interpretaciones de esas creencias.

Algunos creen que ser libres es hacer lo que nos de la gana, sin importarnos el daño que pudiesen hacer, otros por el contrario creen que ser libres es llevar una vida ociosa pensando, que el orden en pos de la libertad sería algo que restringiría su propia iniciativa.

Pero amigos lectores, yo tengo la creencia, de que el orden y la lectura con detenimiento de algunos de nuestros libros, sean "sagrados" o no, es una parte esencial en nuestra formación, para así poder sentirnos libres de verdad.

Para algunos que disfrutamos de la lectura de esos libros, ni siquiera sentimos necesario el creer en esos Dioses.

Esas lecturas, cuando son mal entendidas, encienden la polémica e incluso nos llevan al odio, y no por el contenido de sus escritos, sino por la interpretación que algunos les damos. El libro "sagrado" llamado Biblia, es para los católicos como la Torah (libro "sagrado") para la comunidad judía, (conteniendo en sus páginas, los 613 mandamientos de sus creencias), así como el Corán es para los árabes y no todos, una forma de vida. Mi recomendación para su lectura seria ¡hacerlo sin una idea preconcebida!, sino como una recopilación de pasajes o historias que al parecer fueron vividas en tiempos remotos. Siendo una de las realidades constantes, que el mundo se encamina hacia una trampa, de la que nos será muy difícil salir, una “guerra santa” de unas consecuencias inimaginables.

Por todo ello mientras la dignidad y las vidas, no tengan el mismo valor en cualquier lugar del mundo, los malvados oportunistas, aprovechándose de esas interpretaciones de los libros, seguirán incitando al odio, amparados en sus falsas creencias.

Y en esos temores  es en los que me baso, para decir lo de “sentirnos libres”.