Me relata Gabriela Marinelli Guendulain, amiga Argentina de ascendencia italiana-vasca, que su familia se reúne los domingos y que la rama "Guendulain" esparcidos por la Republica, así como en California, Italia y Alemania, reúne anualmente a unos 600 o más, en un Congreso Familiar que alterna entre las ciudades de Córdoba y Rosario.

Las reuniones siempre inician con una alegre y solemne Misa que celebra uno de los primos, el Presbítero Gerardo Carcar Guendulain, quien actualmente está en Roma preparando las celebraciones del 200 Aniversario de la fundación de los Salesianos.  Por lo general, se hospedan en hoteles aledaños, para estar cerca e intercambiar historias y experiencias desde el amanecer.

Los Guendulain, descendientes de Francisco Guendulain y Paula Basarte, arribaron a Argentina en 1893 a bordo del Buque "Antonio López" desde Barcelona, con dos hijos, siete nacieron escuchando tangos y bebiendo mate, llegaron a 9 y todos prolíficos, formaron un admirable clan de hijos, nietos y biznietos, a quienes se han venido sumando las familias de los cónyuges, y comparten experiencias y esfuerzos, dando continuidad a sus actividades familiares, como Centros educativos y empresas agropecuarias.

No todos siguen arraigados a las costumbres vascas, pero si al espíritu y sabor "vasco" donde no faltan las botas con los vinos cosechados por las familias presentes, pinchos de todo tipo y sabor, pimientos rellenos, chipirones, sopas, pasteles de gambas, merluzas en todas las preparaciones posible, sin embargo son muchas las veces que el menú es totalmente argentino: el asado de corderos, chivos, cerdos y buenas carnes argentinas, ya que están habituados a las preferencias autóctonas.  Toda una fiesta gastronómica.

Estas reuniones renuevan amistades y por sobre todo incentivan y valoran, a través de los grupos familiares, el espíritu solidario y patriótico de los bisabuelos y abuelos, que todo país necesita.

En Centroamérica, tenemos familias en el Istmo que nunca se han encontrado y que deberíamos integrar, por lo que sería interesante que la Secretaria de Integración Turística (SITCA) en cooperación de la Federación de Cámaras y Ministerios de Turismo, implementen un programa de acercamiento familiar centroamericano, el cual podría servir de incentivo para organizar Congresos interfamiliares entre países colindantes.  Es una labor promocional que requiere perseverancia, ya que aparte de investigativo, hay que negociar descuentos con las empresas de transportes, hoteles y restaurantes y, en especial, agilizar los cruces fronterizos, porque viajar a un encuentro familiar de fin de semana con la amenaza de perder horas en las fronteras entre abusos y caras amargas de los funcionarios fronterizos, no es atractivo para nadie.

Asimismo, renovamos nuestra sugerencia de incrementar Oficinas Consulares, con jurisdicción en las regiones donde residen nuestros coterráneos y, si el problema es falta de presupuesto, sugiero dos opciones, Cónsules honorarios, que posean espíritu de servicio o Cónsules Centroamericanos, ya que en verdad la UNION, aunque sea en organismos, es real, tal como el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) cuyo Consejo está integrado por los Presidentes del Istmo, quienes tienen la facultad para crear esta figura consular, que sería un acto de acercamiento hacia las familias que residen en el exterior y, una oportunidad para promover inversiones y turismo, que hasta el momento no se ha intentado bajo este modelo, que nos daría una nueva oportunidad promocional para la Marca Centroamérica.

¡A las mujeres del mundo, nuestro reconocimiento y agradecimiento, rogando al Creador sus bendiciones, por su salud y felicidad!

Hasta el próximo 15 de marzo, con El Archivo CCCLIX.