Residentes de la zona aprovechan la visita de turistas para ofrecer servicios y bienes que implican ingresos para sus hogares, de aquí la gran relevancia que tiene para la comunidad contar con un Tárcoles más limpio como alternativa de ingreso y de orgullo comunitario.

“La contaminación del río Tárcoles afecta en muchos sentidos a la comunidad: deteriora el hábitat de cientos de cocodrilos americanos y otros seres vivos que encontramos allí y que son de gran atracción para los visitantes; las playas se ven afectadas con las islas de basura que arrastra el río; y finalmente, lo anterior hace que la inversión en turismo e infraestructura, entre otros aspectos, sea casi nula por parte de los desarrolladores”, comentó Gerardo Cambronero de la Cámara de Turismo de Garabito.

Importante hábitat natural

El Río Grande de Tárcoles incluye un manglar muy valioso para la riqueza de la biodiversidad costarricense, se trata de Guacalillo que tiene 370 hectáreas y sirve de refugio a las 300 especies de aves identificadas en este río.

En toda su extensión la cuenca del Tárcoles abraza el sector Central y Occidental del Valle Central y se extiende hasta la vertiente del Pacífico, abarcando parcialmente San José, Alajuela, Heredia, Cartago y Puntarenas. Por ello, y por la gran biodiversidad que alberga, es necesario rescatar tan importante cuenca.

De acuerdo con Ana María Arce, Coordinadora de Relaciones Corporativas y Comunidad de Bridgestone de Costa Rica, “esta sensibilidad es necesaria para promover la limpieza de uno de los primero ríos utilizados en la construcción de represas hidroeléctricas y que actualmente abastece regiones dedicadas al cultivo de caña de azúcar, café y banano, así como la cría de ganado, por lo cual es un sitio clave para el impulso de acciones en torno a la salud pública y la conservación”.

Uso alternativo de las llantas

Los materiales recolectados durante la jornada se trasladarán a las instalaciones de FUNDELLANTAS, donde se les dará un uso amigable con el ambiente al convertirlas en llantiones, que son utilizados para la elaboración de muros de contención y en la industria de la construcción.

En los últimos años Bridgestone de Costa Rica se ha dedicado a incorporar dentro de su programa de trabajo el desarrollo de ideas innovadoras sobre el uso alternativo de las llantas de desecho. Para ello ha trabajado de la mano con entidades públicas tales como municipalidades y ministerios, entre otras.

En 1999, con el apoyo de la Asociación de Comercializadores de Llantas (ACOLL) y con Bridgestone como uno de los líderes del proceso, se creó la Fundación Ecológica Costarricense para el Reciclaje de Hule y Llantas de desecho (FUNDELLANTAS).

A partir de entonces y con una plataforma de peso, BSCR en alianza con el Ministerio de Salud impulsó la elaboración del decreto ejecutivo 33745 que responsabiliza a los fabricantes, importadores y distribuidores de llantas de responsabilizarse de las llantas que ya cumplieron su vida útil y garantizar su adecuada disposición de forma que no afecte al ambiente ni a las comunidades.