"A lo largo del pasado día, los bombarderos Sukhoi-34 atacaron dos convoy de camiones en los caminos de las áreas de Aleppo y Raqqah para destruir hasta 40 camiones cisterna con petróleo y otros vehículos equipados para transportar provisiones de combustible," dijo Konashenkov.

Antes, el Ministerio de Defensa dijo que los ataques aéreos rusos habían hecho que los ingresos de los militantes del comercio ilegal de petróleo se cayeran a la mitad de 3 millones de dólares o sea 1.5 millones. Los terroristas tienen a su disposición aproximadamente 8,500 camiones cisterna que transportan más de 200,000 barriles de crudo al día.

Los terroristas en Siria sufren pérdidas serias, son desmoralizados y están procurando abandonar sus posiciones, afirmó Igor Konashenkov.

"Registramos estos hechos cada vez con más frecuencia y esta información es confirmada por varios canales," dijo el portavoz. "Los militantes sufren serias pérdidas y son desmoralizados y están procurando abandonar sus posiciones. Por ejemplo, ellos abandonaron posiciones en los alrededores de Jebel Rumeli, Hazem Al--Abyat y Cauce del río Al—Sayyah."

Los militares rusos también detectaron un centro de comando disfrazado por los terroristas, desde donde de ellos habían estado coordinando el fuego de artillería a centros demográficos.

"Los impactos en los objetivos de la aviación, totalmente destruyeron el centro y totalmente desorientaron la dirección de los disparos de la artillería en el área," dijo el General Konashenkov.

Los aviones de combate rusos han estado realizando ataques en objetivos terroristas en Siria desde el 30 de septiembre este año a petición del presidente sirio Bashar Al-Assad. Los militares dijeron a mediados de noviembre que ellos enfocarían los ataques aéreos en instalaciones para la producción, almacenaje, transporte y procesamiento del combustible controlado por los militantes del Estado Islámico.